El Paisaje Protegido de Las Siete Lomas es un paraje natural que abarca más de mil hectáreas de los municipios de Güímar, Candelaria y Arafo. Es una zona dedicada a la agricultura de autoabastecimiento (papa, viña y árboles frutales), sobre todo, que forma una franja estrecha en la medianía del Valle de Güímar caracterizada por la presencia de siete colinas separadas por barrancos que se extienden de cumbre a mar. Sus coladas de tipo basáltico -también se observan pumitas- se perciben actualmente por la acción de la erosión. Se trata de materiales procedentes de las erupciones de Media Montaña y del volcán de las Arenas o de Arafo, registrada en 1705.

La Fundación Telesforo Bravo Juan Coello denunciaba públicamente ayer (a través de su cuenta en redes sociales) la presencia de algunas pintadas en este enclave. Concretamente, alude al entorno de roca volcánica del Barranco de Badajoz que forma parte de este paisaje protegido. Además del daño que en sí ocasiona la pintura en la roca volcánica, hace hincapié en "el daño paisajístico" que de este tipo de acciones se deriva. De hecho, una pintada similar se encuentra en el interior de una cueva del mismo espacio y en el mismo barranco.

Además de la "falta de cultura" y la "ignorancia" que este "acto vandálico" refleja, las autoridades señalan que este tipo de acciones puede conllevar sanciones. En esa línea, advierten de que situaciones como esta justifican el desarrollo de campañas de concienciación, pero "basta el incivismo de una persona para que el daño que infrinja sea muy relevante".