El Ayuntamiento de El Rosario continúa ejecutando la solución definitiva para la depuración de las aguas residuales industriales del polígono de La Campana, que se suma a la depuradora ya finalizada para las aguas residuales domésticas que genera la urbanización de Costanera. Este entramado de infraestructuras de depuración y mejora de la sostenibilidad en el Municipio se lleva a cabo con una inversión "histórica" de 2,9 millones de euros, financiada íntegramente con fondos propios.

Tras la crisis ambiental del mes de enero, que supuso el vertido de aguas residuales que llegó a alcanzar la costa de Bocacangrejo, el Consistorio rosariero ha desarrollado las soluciones de depuración, tanto del polígono industrial San Isidro-El Chorrillo, conocido como La Campana, como de la urbanización residencial de Costanera, las dos zonas, cuyas aguas residuales llegaron a discurrir hacia el mar, debido a la colmatación del pozo de Costanera.

Una saturación de la infraestructura que, cabe recordar, fue ocasionada, en gran medida, por la derivación irregular de las aguas residuales del polígono hacia el pozo absorbente de Costanera, en lo que fue una actuación cometida, décadas atrás, por el anterior gobierno municipal, que reiteró de nuevo en 2015, sin contar con ningún tipo de autorización por parte del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) y que actualmente se investiga en sede judicial.

El alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, explica que "con la obra de la depuradora del polígono La Campana zanjamos un problema de depuración de treinta años y solucionamos el desastre ecológico ocurrido a principios de año en un tiempo récord y lo hacemos, únicamente, con nuestra capacidad financiera, gracias al trabajo de nuestros funcionarios y, fundamentalmente, a la labor del concejal de Aguas, Miguel Ángel Yanes".

El primer edil incide en la importancia de una inversión "histórica", no ya solo en la ejecución de nuevas infraestructuras de depuración, sino también en el carrusel de camiones-cuba, necesarios para transportar las aguas residuales del polígono industrial y de la urbanización de Costanera hasta la depuradora de Buenos Aires, en Santa Cruz de Tenerife, mientras se culmina la obra. "Una importante suma, que alcanza ya los 500.000 euros", explica Gil.

El sistema de depuración del polígono La Campana estará integrado por una Estación Depuradora de Aguas Residuales Industriales (EDARI) y por una Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) con un coste conjunto de 2 millones de euros. Se plantea como una depuradora redimensionada, respecto a la EDARI comarcal acordada con el Cabildo de Tenerife, pero definitiva y que funcionará de forma autónoma hasta que se convierta en la primera fase de la citada futura EDARI comarcal.

El concejal de Servicios Hidráulicos, Miguel Ángel Yanes, describe el proceso como "un redimensionado del proyecto comarcal", para que entre en servicio cuanto antes, adaptándolo a las necesidades actuales y siendo compatible con la futura EDARI. "Es una copia a escala, reducida y ampliable del proyecto comarcal, que costaría diez millones de euros", concluye el edil. El ámbito de actuación en el polígono se lleva a cabo en dos parcelas municipales valoradas conjuntamente en 2,4 millones de euros y cedidas gratuitamente al Cabildo de Tenerife.

La EDARI será capaz de gestionar 250 metros cúbicos de aguas residuales industriales al día y podrá ser ampliada hasta en cuatro ocasiones, con la ejecución de otros tantos vasos estancos de la misma capacidad, dado el tamaño de la parcela donde está ubicada. De esta forma, se podrá lograr una expansión del volumen del agua residual tratada hasta alcanzar los 1.250 metros cúbicos/día, una capacidad de depuración de total solvencia cuando, en el futuro, se incorporen al sistema las aguas residuales de otros polígonos industriales cercanos pertenecientes al municipio de Santa Cruz de Tenerife, tal y como planteaba el proyecto original del Ciatf.

"Una vez que la depuradora del polígono entre en funcionamiento habrá un antes y un después en la calidad ambiental del Municipio", así se expresa el concejal de Transición Ecológica, Fidel Vázquez, quien remarca que "hemos realizado los trabajos necesarios para que nunca vuelva a producirse un episodio de vertidos como el que sufrimos a principios de este año, un proyecto que se debió hacer mucho tiempo atrás, pero que ha sido el actual gobierno local quien lo ha ejecutado porque a nadie antes le preocupó la sostenibilidad de nuestro entorno. Más bien al contrario, se realizaron chapuzas para tapar el problema, que ahora están bajo investigación", explica el edil.

La ejecución de la depuradora del polígono se suma a la desconexión, realizada en febrero, de las aguas residuales industriales del polígono La Campana hacia el pozo de la urbanización de Costanera. A partir de ahora cada ámbito depurará sus aguas residuales por separado con sus propios sistemas de tratamiento: por un lado, el polígono industrial y, por otro, la urbanización de Costanera. Además, también se aprobó inicialmente, el reglamento del servicio de saneamiento y depuración de las aguas residuales del polígono, que pretende, entre otras medidas, inventariar y caracterizar los vertidos de aguas residuales industriales.