Empresarios, profesionales, comerciantes, trabajadores, sindicatos, colectivos sociales y "la población, en general", clama en el sur de Tenerife en demanda de que se implante la realización de los test a visitantes (extranjeros, nacionales y canarios) para determinar el estado de cada uno respecto al coronavirus Covid-19. Hay unidad para exigir una herramienta esencial para generar confianza en los mercados emisores de turistas, y coincidencia para urgir su aplicación, porque "el tiempo se agota" para impedir un segundo cero turístico que daría la puntilla al empleo y la economía de la comarca y de la Isla.

El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST), que preside Roberto Ucelay, convoca a una "marcha lenta" a sus asociados y a todos cuantos se identifican con la emergencia que vive la sociedad sureña, en particular, ante la demora en establecer la obligación de realizar los test en puertos y aeropuertos, a la llegada a las Islas, y en los propios establecimientos turísticos, antes de retornar al destino emisor.

Se trata de una primera medida de protesta que consiste en recorrer los 76 kilómetros de autopista que separan Costa Adeje y Santa Cruz de Tenerife, partiendo a las 10:30 horas del miércoles desde la calle Helsinki para llegar a la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias. Durante el trayecto, por el que se transitará a una velocidad media de 80 kilómetros por hora, la caravana crecerá con la incorporación de vehículos en los 17 enlaces con que cuenta la TF-1 en este trazado: Los Cristianos, Guaza, Parque de La Reina, Chafiras, San Isidro, Tajao, Abades, Arico-El Porís, Las Eras, Fasnia-Los Roques, El Tablado, Güímar-El Puertito, Candelaria, Caletillas, Barranco Hondo, Tabaiba-Radazul y Añaza.

"Esta marcha la convocamos porque el panorama es desolador", asegura Inés Grillo, empresaria con 36 años de experiencia "cara al público". Abrió su primera tienda -pertenece al sector de la moda- en Parque Santiago 2, "cuando Playa de Las Américas no existía", y su primera reflexión refleja el estado de la sociedad del sur de Tenerife: "He librado muchas batallas, pero de esta no sé si saldremos". Lo dice a pesar de poner en valor la unidad que percibe en la lucha porque se les escuche y atienda: "Estamos como una piña. En todas las categorías y a todos los niveles".

Cuando dibuja el escenario actual asegura que "en el Sur vivimos como si estuviéramos confinados" y habla de "una desolación que crece cada día" en Playa de Las Américas -"si va a Los Cristianos, respira otro ambiente", matiza-. Los cuatro locales que gestiona en los bajos del hotel H10 Conquistador son atendidos por ella y por una trabajadora que rescató del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) -situación en la que mantiene a otras cuatro- para la mitad de la jornada laboral que desarrollaba antes de la pandemia. Su clientela extranjera la forman franceses y belgas, con algún peninsular. "Si en este momento perdemos el hilo de Bélgica, cerramos".

Y su dibujo sigue con "la milla de oro casi totalmente cerrada" y con el anuncio de que el Hotel Villa Cortés prevé reabrir el 15 de diciembre o, en su defecto, en Semana Santa (28 de marzo-4 de abril) de 2021. "Todo lo demás está cerrado, no hay nada. Es desolador".

Imprescindibles

La empresaria sostiene que "los test son imprescindibles, sí o sí. Se están haciendo en muchos otros sitios que ya no están en las circunstancias en las que nos encontramos aquí, hundidos en la miseria". De ahí que el CEST organice la "marcha lenta" que persigue hacer visible el estado del sur de la Isla y llamar la atención de los gestores públicos al respecto. "Que nos escuchen, porque hay soluciones".

Entre los clientes que se acercan a los establecimientos de Inés Grillo cuenta el caso de una pareja de Zamora, que disfruta de vacaciones en la zona de forma habitual. Le transmiten "que en la Península se habla de que Canarias está muy mal, pero que si no lo llegan a ver in situ jamás hubieran pensado que estuviéramos en estas circunstancias". La lectura que hacen los turistas belgas difiere, hasta el punto que "se preguntan cómo es posible que no vengan más visitantes a un lugar que hoy es una maravilla, porque la gente no tropieza". Grillo coincide en que "no te puedes contagiar porque no hay nadie. Solo te puedes contagiar con los muros de los locales cerrados".

La empresaria recuerda que el CEST y el FAST (Fundación Amigos Solidarios del Sur de Tenerife) llevan meses reivindicando medidas previsoras que no llegaron "con la consiguiente pérdida total de la temporada turística de verano", mostrándose pesimista respecto a la de invierno. "Nuestros políticos tienen que tomar decisiones, tienen nuestro apoyo, ponemos dinero... No estamos hablando del color que deben tener las sombrillas en las playas. Nos estamos quemando".

Inés Grillo hace un llamamiento a la asistencia en la caravana para reivindicar los test. "Que sepan que en el Sur estamos casi muertos, pero con esperanza", dijo.