La empresa pública Ideco, que depende del Cabildo de Tenerife, acumulaba una deuda con los proveedores que superaba el millón de euros. Esta ha sido solo una de las graves deficiencias contables que asegura haber encontrado en esta entidad su consejera delegada, Carmen Sosa, que ayer dio cuenta del trabajo que se ha llevado a cabo en este organismo en los últimos meses, en una comparecencia en la Comisión Plenaria de Empleo, Desarrollo Socioeconómico, Educación, Cultura y Deportes, a petición de Coalición Canaria.

Sosa explicó que con la llegada del nuevo equipo de gobierno al Cabildo tinerfeño se comenzó a realizar un análisis de la situación de esta entidad pública como un paso previo a implantar un nuevo modelo de gestión.

La consejera delegada destacó que "nada más llegar pusimos en marcha una auditoría para conocer qué pasaba en Ideco, y la realidad era que había miles de contratos menores, se usaban herramientas contables desfasadas, contratos sin expedientes relacionados, prórrogas verbales de contratos, pagos atrasados a proveedores por importe de un millón de euros, inexistencia de plan de tesorería, un absoluto descontrol económico y presupuestario, un importante déficit económico estructural de los centros dependientes de Ideco?en definitiva, una sociedad sin control alguno con una gestión deficitaria".

La responsable añade que "hemos puesto especial interés en la plantilla de personal, ya que hay que tener en cuenta que de 165 trabajadores el 25% estaba en precario y un grupo de contratados lo estaban en situación de fraude de ley".

Por su parte, el grupo nacionalista solicitó tras la comparecencia el cese inmediato de la consejera delegada de Ideco, Carmen Sosa, después de que confirmara la eliminación de servicios públicos como las actividades para mayores que se venían realizando a través de Ansina, el cierre del Centro de Deportes Marinos de Tenerife (Cidemat), la Librería del Cabildo, el Albergue Montes de Anaga y la Cueva del Viento.