El Cabildo de Tenerife destinará dos millones de euros a subvencionar programas de inserción laboral que mejoren la empleabilidad de colectivos con mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo. Estos proyectos deberán estar desarrollados por entidades sin fines lucrativos de Tenerife, que tendrán que remunerar a los participantes que acudan a la formación o realicen prácticas a través del pago de becas.

La convocatoria para acceder a estas subvenciones, publicada ayer en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), determina que los proyectos de inserción laboral que presenten las entidades para que sean subvencionados, deben dirigirse a sectores y actividades que se consideren nichos de empleo en la Isla. En ese sentido, se aclara que deben ser sectores con capacidad de generar empleo a corto y medio plazo y que puedan demandar perfiles profesionales que logren las personas participantes cuando finalicen el programa.

En este sentido, la convocatoria detalla específicamente tres sectores. El primero es el de la agricultura y el medio ambiente, donde se pueden enclavar proyectos dirigidos a la agricultura ecológica o las actividades de economía circular como el reciclaje y el tratamiento de residuos. En segundo lugar se menciona a la industria y la construcción, donde se incluyen las reparaciones, energías renovables o el mantenimiento de edificios. Por último, también se menciona al sector servicios, donde podrían desarrollarse programas de inserción laboral dirigidos a las nuevas tecnologías, el turismo activo, la salud, entre otros.

La convocatoria especifica que los proyectos no podrán tener una duración máxima superior a los doce meses, aunque este plazo podrá ser ampliado en caso de que la Corporación insular estime que es conveniente por razones de interés público y social.

El coste mínimo de subvención para cada proyecto será de 50.000 euros, mientras que el máximo asciende a 300.000 euros, aunque la convocatoria aclara que, en el caso de que el presupuesto total del programa superara esta cantidad, las entidades deberán prever en su cuentas los ingresos necesarios para financiarlos, siendo esta una condición para poder presentarse a la convocatoria.

Otro de los criterios de valoración de los proyectos para que puedan acceder a la convocatoria será la zona de actuación geográfica a la que se dirigirán. De esta manera, se puntuará de forma más favorable aquellas iniciativas que vayan a llevarse a cabo con residentes en localidades con un mayor nivel de desempleo.

Además, también se tendrá en cuenta que participen un número de personas mayor que el mínimo exigido, que se logre insertar a una cuota mayor de trabajadores respecto a lo que establecen las bases, que se desarrollen actividades formativas que sea innovadoras y contribuyan a la diversificación del tejido productivo de la Isla, que el porcentaje de mujeres sea superior al 80% o que exista un porcentaje de personas desempleadas participantes consideradas de difícil inserción igual o superior al 75%.

De esta manera, las bases establecen que los programas deben dirigirse de forma preferente a personas desempleadas de difícil inserción como parados de larga duración, mujeres víctimas de violencia de género, personas con discapacidad física o psíquica, inmigrantes de países externos a la Unión Europea o personas en exclusión social o en riesgo de padecerla.

Tal y como establece la convocatoria, los participantes en estos programas recibirán 12 euros por una jornada efectiva de formación teórica de al menos cinco horas o 20 euros por una jornada de prácticas de al menos seis horas.