La crisis iniciada a raíz del impacto del nuevo coronavirus no solo ha propiciado una caída drástica en muchos de los indicadores vitales para la economía de Isla, sino que ha acabado con la esperanza de muchos trabajadores tinerfeños de encontrar un empleo en los próximos meses. Así, más de 46.900 personas que han perdido su puesto de trabajo parecen haber renunciado a buscar de forma activa un nuevo contrato, ya que a pesar de haberse quedado sin empleo, no se han inscrito en las listas del paro.

Esto es lo que evidencian los datos difundidos en la Encuesta de Población Activa (EPA), que destaca que la población ocupada descendió en el segundo trimestre del año en 50.840 personas, mientras que la población parada, -en el mes de junio según los datos de la EPA-, se incrementó en apenas 3.910 ciudadanos. Por lo que, 46.930 tinerfeños que se quedaron sin trabajo entre marzo y junio no se han registrado como demandantes activos de empleo, de tal manera que solo el 7% de los nuevos desocupados acude a apuntarse a las listas del paro.

Un aspecto que evidencia la falta de expectativas de muchos tinerfeños para encontrar una nueva ocupación en estos momentos, donde la exigua llegada de turistas y las consecuencias de la paralización económica vivida por el confinamiento dificulta las oportunidades de conseguir un nuevo contrato de trabajo.

De los 46.910 nuevos desocupados el 57% son mujeres. En concreto, 27.030 pertenecen al género femenino, mientras que los 19.900 restantes son hombres. También son mayoría la población de más de 25 años, que con 43.760 personas representan el 93% del total. Los menores de 25 años apenas son 3.170 en este indicador.

Comarcas

La mayor parte de los nuevos desocupados que no se han inscrito como demandantes de empleo se encuentran en el área metropolitana y la comarca Suroeste, precisamente aquellos territorios que más se han visto afectados por la destrucción de empleo debido a la crisis del coronavirus. En concreto, en el área metropolitana hay 13.000 ciudadanos que han perdido su trabajo y no figuran como demandantes de uno, mientras que el suroeste esta misma cifra asciende a 10.340 personas.

En el Valle de La Orotava algo más de 9.000 trabajadores, que se han quedado sin empleo en los últimos tres meses, parecen haber renunciado a poder encontrar un nuevo contrato. Se trata de una cifra también bastante alta, ya que esta comarca se ha visto igualmente muy afectada por la destrucción de empleo, en especial, el municipio de Puerto de la Cruz, estrechamente vinculado al turismo.

Según la Encuesta de Población Activa, en Abona existen 4.360 desocupados que no están inscritos en como demandantes de empleo, otros 4.250 en la comarca de Acentejo y 3.130 en el Valle de Güímar.

Los territorios que aglutinan una menor parte de estos trabajadores desesperanzados son Icod, con 1.940 y Daute, donde ascienden hasta los 910, la menor cifra de la Isla.

Para identificar un periodo en el que Tenerife registrase un volumen de población activa más bajo que el que ha señalado la última EPA hay que remontarse a los peores años de la anterior crisis financiera. En el segundo trimestre de 2010, hace justo diez años, la población activa en Tenerife se situó en las 437.720 personas, mientras que el pasado junio este mismo indicador se quedó en los 445.600.

En cuanto a la población ocupada, en junio se redujo en Tenerife hasta las 344.400 personas, según la EPA, mientras que la cifra de parados ascendió hasta los 101.210 trabajadores en ese mismo mes.