El pleno del Cabildo de Tenerife aprobó ayer una inversión de 1,5 millones de euros para la depuradora municipal del Polígono Industrial La Campana, en El Rosario. La iniciativa, presentada por Coalición Canaria (CC), salió adelante con los votos nacionalistas y del Partido Popular, gracias a la abstención de Sí Podemos Canarias, que posibilitó la cuarta derrota de Pedro Martín en el pleno de la Corporación insular.

CC presentó una enmienda para modificar el presupuesto 2020 e incluir esta partida. El objetivo era "completar la inversión" que se está haciendo en el Polígono de La Campana, ya que la obra solo podría entregarse con la construcción y puesta en servicio de una instalación para depurar las aguas industriales. Para ello, los nacionalistas requirieron una serie de bajas en el presupuesto actual, con el objetivo de poder cubrir la totalidad de los 1,5 millones de euros de inversión.

Para arrancar el voto a favor del PP, -grupo que primero se abstuvo y momentos después modificó su posición-, los nacionalistas incluyeron en su argumentación la compatibilidad del proyecto con el de la construcción de una depuradora comarcal industrial y que las actuaciones se realicen por fases. "Este proceso se tiene que hacer de manera que ambas infraestructuras, comarcal y municipal, coexistan, en un procedimiento que según la información disponible es viable", valoró el portavoz de CC, Carlos Alonso.

Algo que el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez (PSOE), desmintió asegurando que "esto no es posible desde el punto de vista de ingeniería", ya que la depuradora municipal tiene una capacidad de 250 metros cúbicos día y la comarcal 1.500 metros cúbicos, "se multiplica por seis, por lo que no es escalable".

La propuesta salió adelante a pesar de que el interventor de la Corporación advirtió que en estos momentos "de acuerdo al principio de equilibrio presupuestario no podría tramitarse la enmienda de Coalición Canaria", ya que aseguró que las partidas de dos de los proyectos a través de los que se busca financiar la operación "no están disponibles" y que el resto son insuficientes para financiar la totalidad de la inversión.

En ese momento, Alonso señaló que la enmienda incluye en su texto que "en el supuesto de que algunos créditos definidos estuvieran comprometidos a la fecha de presentación de la enmienda, se propone mutar estos créditos por otros similares en los presupuestos".

Por su parte, el interventor recordó a los miembros del pleno que "los acuerdos que se dicten sin existencia de créditos son nulos de pleno derecho", ya que no puede aprobarse una modificación presupuestaria sin bajas de créditos de otras partidas, por lo que entendía que "la modificación es nula", aunque puntualizó que el acuerdo sí sería posible "a partir de que fuera aprobada la operación de crédito, pero no previamente".

Apoyos

Esta no es la primera vez que un consejero de Sí Podemos Canarias, -coalición conformada por Sí Se Puede y Podemos-, discrepa con el grupo de gobierno en una votación respecto a la depuradora del Polígono de La Campana. Ya en septiembre pasado, la única consejera de Sí Se Puede de esta coalición, Ruth Acosta, apoyó una moción de CC en la que pedía el inicio de los trámites para la ejecución de la depuradora del Polígono Industrial de La Campana.

Ayer, los tres consejeros de la coalición decidieron abstenerse en esta votación, al considerar que "contraviene el acuerdo al que se llegó en febrero", según afirmó su portavoz, María José Belda, que tachó la enmienda de ser "desleal con la Institución insular". Además, quiso que constara en acta que CC estaba votando en contra de la opinión de su propio partido en el municipio de El Rosario.

El presidente del Cabildo tinerfeño, Pedro Martín, también ha perdido el apoyo de su otro socio, Ciudadanos, en otras dos mociones votadas en el pleno de septiembre del año pasado. En esta ocasión se trató de varios asuntos referidos a la situación de la población de Venezuela, el apoyo de los derechos humanos en ese país y la visita del "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó. Una postura que los integrantes del equipo de gobierno aseguraron que ya estaba previamente pactada.