A las puertas de la por entonces fase 2 de desescalada en la que entró Canarias el día 25 de mayo, el Ayuntamiento de El Rosario anunció, casi por sorpresa, que las personas que quisieran pasar un día de playa en La Nea, en Radazul o en el charco de Tabaiba tendrían que hacerlo bajo un sistema de cita previa. Una decisión singular, novedosa y pionera, al menos en las Islas, que a la larga ha demostrado que cumplió, sobradamente, con su objetivo: incentivar el uso seguro de las zonas de baño y evitar las aglomeraciones en un mundo que convive diariamente con el coronavirus y con la amenaza de los rebrotes.

Así lo cree, al menos, quien fue el responsable final de aquella decisión, el alcalde Escolástico Gil. "Yo creo que la implantación del sistema de reserva de espacio en las playas del municipio ha sido un éxito absoluto y, de hecho, nos han empezado a copiar", comentó el primer edil a EL DÍA. Se refiere, en concreto, a las solicitudes de información que ha tenido el Ayuntamiento y la propia empresa creadora de la aplicación de otras Administraciones Públicas y entidades. La última, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, tras pasar la Concejalía de Seguridad Ciudadana y Movilidad a manos de Evelyn Alonso.

Los datos que arroja el aplicativo alojado en la página web del Consistorio rosariero revelan su uso masivo por parte de la población, de hecho sufrió 700 ciberataques el mismo día de su puesta en marcha. Con un acumulado de 50.000 reservas y 115.000 usuarios, se han interesado por este sistema desde la empresa pública Turismo de Tenerife, dependiente del Cabildo de Tenerife, hasta el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y ya la tienen implantada entidades de la solera del Círculo de Amistad XII de Enero.

Anteponer la seguridad

Desde luego, el sistema ha logrado el objetivo que se marcó con su implantación: anteponer la seguridad de los bañistas a cualquier otro propósito, aunque repercuta en el libre albedrío o la comodidad de los mismos. "Tuvimos que poner en una balanza qué es lo que queríamos -rememora Gil- y apostamos claramente por impedir a toda costa las aglomeraciones en un litoral como el de El Rosario, que es muy particular", dijo.

Esa particularidad la evidencia, sobre todo, el núcleo de Radazul con dos playitas muy coquetas enclavadas en medio del área metropolitana, pero situadas en una zona altamente residencial y sin vías alternativas de escape en caso de congestión de tráfico. Otro dato, en un verano normal la afluencia en la costa de El Rosario oscilaba entre 4.000 y 5.000 personas cada día, por lo que el control del aforo se antojó como algo esencial para el Gobierno local para garantizar la seguridad sanitaria de los bañistas.

"Hemos logrado el control del aforo de bañistas en las playas de La Nea, Radazul y el charco de Tabaiba, siendo un ejemplo de la gestión municipal a través de las nuevas tecnologías para impedir la masificación del litoral y garantizar la distancia interpersonal, que me gustaría recordar es una exigencia de la nueva normalidad, también en las playas", explicó el alcalde.

Lo corrobora la primera teniente de alcalde y concejala de Seguridad Ciudadana, Sara Cabello, quien detalló que "en dos meses hemos tenido 0 aglomeraciones en nuestra costa, algo que no pueden decir muchos municipios de la Isla, los ejemplos están ahí y los conocemos todos". Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con el sistema de reserva: "Sabemos perfectamente que el control de aforo no es plato de buen gusto para todos porque a nadie nos gusta que nos digan en qué horario puedo ir a la playa o que solo puedo reservar tres días a la semana", concede Cabello, "pero creo que hemos hecho lo que debíamos hacer, velar por la salud de todos, la de nuestros vecinos y también la de nuestros visitantes".

¿Cómo se reserva?

El usuario debe entrar en el aplicativo, que se aloja en la página web municipal (www.ayuntamientoelrosario.org), elegir el día, la franja horaria y la zona de baño a la que quiere ir (La Nea, Radazul o charco de Tabaiba) e introducir su nombre, apellidos y DNI en el sistema, que le asignará una plaza, siempre y cuando no se haya alcanzado el aforo máximo de la zona de baño elegida. Además, el sistema se ha mejorado permitiendo la cancelación de la reserva con 24 horas de antelación, lo que facilita liberar plazas en el caso de que el usuario, finalmente, no vaya a acudir a la playa, y muestra el tiempo que hará el día que se desea reservar, según la previsión meteorológica.

Por cierto, si también busca una playa libre de humos, el litoral de El Rosario es una buena opción, desde que comenzó la crisis por el coronavirus también se prohibió fumar en las playas para facilitar las labores de limpieza y evitar riesgos de contagio innecesarios.