El Museo de la Ciencia y el Cosmos (MCC), dependiente del Cabildo de Tenerife, informó ayer de que el pasado martes 14 de julio, a las 00:50:26, detectó la caída de un meteorito en el noroeste de Tenerife, entre Buenavista del Norte e Icod de los Vinos, y solicita colaboración ciudadana para tratar de localizar algún pequeño resto de esta roca espacial que atravesó la atmósfera y llegó hasta la superficie terrestre.

La detección y localización de este meteorito fue posible gracias a la reciente adquisición de una cámara capaz de captar estos fenómenos, que también fue grabado por otra cámara situada en el observatorio del Teide, que forma parte del proyecto eslovaco AMOS. Ambas grabaciones han hecho posible triangular y localizar la ubicación aproximada de su caída, que se sitúa entre los municipios citados. En el mapa de localización distribuido por el MCC se marca el posible lugar del impacto en la zona costera entre Garachico e Icod de los Vinos, aunque los fragmentos pudieron dispersarse al entrar a la atmósfera y caer en zonas relativamente alejadas.

La cámara del museo se instalará próximamente en la plaza de este espacio público, en La Laguna, pero debido a las restricciones por la pandemia del coronavirus se colocó provisionalmente en la vivienda de uno de sus trabajadores, en el municipio de Tegueste. Desde allí se detectó la caída de este pequeño meteorito, de entre 10 y 20 centímetros de diámetro aproximadamente.

El director del Museo de la Ciencia y el Cosmos, Héctor Socas, explica que la entrada de meteoros en la atmósfera es un fenómeno muy habitual, "que se da prácticamente a diario". Lo que no es tan habitual es que estos fragmentos de rocas espaciales no se desintegren y lleguen a impactar con la superficie terrestre, aunque tampoco se trata de un suceso histórico ni extraordinario. En una isla como Tenerife, lo normal es que caiga a la superficie terrestre una media de un meteorito al año.

Pese a que existe constancia de la caída de pequeños meteoritos con relativa frecuencia en el mundo, Socas destaca la importancia de localizar, si fuera posible, alguno de los fragmentos para su estudio posterior. Para lograr esta tarea tan compleja, insisten en solicitar colaboración ciudadana y explican que los fragmentos de meteorito tendrán una superficie muy negra y lisa, como quemada; contenido metálico, y un peso muy superior al de una roca terrestre de su mismo tamaño. Aparte de estas características, "generará atracción con un imán", subraya Socas.

"Creemos que no habrá fragmentos mayores que la palma de una mano, por lo que será difícil localizarlos, pero si alguien encuentra una roca con estas características, sería importante que nos dejaran fotografiarla y estudiarla", explica el responsable del Museo de la Ciencia y el Cosmos.

Desde la Global Meteor Network, una red internacional que analiza los datos captados por este tipo de cámaras en todo el mundo, han comunicado al museo la posibilidad de que en la zona de la caída del meteorito se encuentren "pequeñas piezas de entre 10 y 50 gramos, la mayoría de tamaño similar a una moneda y de aspecto negruzco". Desde Museos de Tenerife se quiere informar a la población de estos municipios para que, en el caso de que encuentren materiales de este tipo, tengan conocimiento de su procedencia y alerten al MCC.

La cámara del Museo de la Ciencia y el Cosmos permite realizar observaciones del cielo, con el objetivo de conocer mejor el entorno espacial del planeta y contribuir a encontrar posibles objetos más peligrosos por su tamaño que, en determinadas circunstancias, pueden llegar a caer sobre la ?Tierra.

Con esta nueva tecnología, el MCC continúa avanzando en el estudio del universo, además de capturar la belleza del espacio para poder trasladarla a la población. El museo ya prepara un nuevo módulo sobre meteoritos.