El pasado marzo, la vida en el planeta dio un vuelco. La pandemia sanitaria puso a prueba a toda la humanidad. Canarias no se quedó al margen de sus consecuencias y ahora toca afrontar las lecciones aprendidas y cambiar cosas. La Universidad de La Laguna (ULL) y la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias se han propuesto revisar e impulsar el sector de la investigación científica en las Islas. La primera reunión entre la rectora de la ULL, Rosa Aguilar, y la responsable de este departamento regional, Elena Máñez, tuvo lugar ayer en una de las principales infraestructuras dedicadas a la investigación de Canarias, el edificio del Servicio General de Apoyo a la Investigación (Segai), en Anchieta.

En estas instalaciones se custodia buena parte de la infraestructura pesada de la investigación de la ULL. El pasado 2019, sin ir más lejos, entre sus paredes se llevaron a cabo más de 20.000 ensayos y sus gestores recibieron unas 2.500 solicitudes de empresas y equipos de investigación que necesitaban de su maquinaria y conocimiento para llevar a cabo sus proyectos. Desde Segai se ofrece apoyo técnico, científico e instrumental a profesores e investigadores de la ULL y a usuarios externos. Estos últimos, que pueden ser empresas o usuarios de otros centros de investigación, rozan ya el 25% de las investigaciones realizadas en este edificio aledaño a la Facultad de Biología.

Los problemas que tanto los gestores universitarios como los responsables del Gobierno autonómico se han propuesto remediar no son distintos a los de los últimos años: falta de presupuesto y de estabilidad laboral que garanticen la investigaciones a largo plazo. En el Segai tienen claro cuál debe ser su futuro. Quieren satisfacer las necesidades de la sociedad a través de la ciencia y gracias a sus grandes equipamientos de investigación. Los campos a los que se dedican son muy amplios y van desde la biomedicina a los servicios genómicos pasando por la ciencia de los materiales y el apoyo a todo tipo de servicios tecnológicos. Son un self service avanzado de servicios científicos, tanto para equipos universitarios como para clientes externos.

Propuestas de mejora

El encuentro sirvió para que la rectora de la ULL presentara sus propuestas de mejora a la consejera y, de paso, para dar a conocer la multitud de aplicaciones de la investigación desarrollada en la Isla. La transferencia del conocimiento a la sociedad sigue siendo el principal objetivo de la ULL y para eso es necesario que los equipos de investigación tengan una estabilidad que permita concluir sus estudios y desarrollar sus aplicaciones al menos a medio plazo.

Tras realizar un minuto de silencio en recuerdo de la víctima del asesinato machista del pasado lunes en Santa Úrsula, rectora y consejera realizaron un breve recorrido por las instalaciones del Segai. El objetivo de los investigadores era mostrar las técnicas y aplicaciones disponibles para los diversos sectores de la sociedad, una labor en la que están volcados desde su apertura, hace ya siete años. En la visita también estuvieron el vicerrector de Investigación y Transferencia, Ernesto Pereda, y el director de este equipamiento científico, José Luis Rodríguez. La consejera vino a su vez con el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, Carlos Andrés Navarro.

La primera parada fue el Servicio Integrado de Difracción de Rayos X, donde los expertos tinerfeños son capaces de determinar con absoluta exactitud la composición química de los materiales analizados y la forma en la que sus átomos se unen en el espacio. Las aplicaciones son enormes y contemplan, incluso, la posibilidad de ayudar en las labores de restauración del patrimonio. Por poner un ejemplo, gracias a esta tecnología los restauradores pueden saber qué tipo de pigmento se empleó en la policromía de determinado cuadro para evitar cambios en la coloración en futuras intervenciones. Idénticas aplicaciones pueden encontrarse en otros campos como la arqueología o la joyería. Curiosamente, en este servicio están acostumbrados a recibir encargos de lo más variopinto, como determinar la autenticidad de un diamante certificado que lamentablemente no era tal.

La ciencia está presente en todos los aspectos de la vida y en este departamento también colabora en investigaciones policiales con pruebas vinculadas a la criminología forense. No es la primera vez, de hecho, que realizan test relacionados con falsificaciones de papel o de documentos bancarios. Los expertos de este servicio parecen sacados de la famosa serie norteamericana CSI, tal y como apuntó con asombro Máñez. El listado de utilidades es igual de impactante: farmacología, industria alimentaria, identificaciones de fases en temas constructivos, determinación de la confiabilidad de materiales o la investigación básica sobre nuevos materiales, por ejemplo. Desde el Segai recordaron, por ejemplo, que cuando se llevó a cabo la restauración del santacrucero Hotel Mencey, los responsables de la misma les hicieron llegar muestras para confirmar que el hormigón empleado en la construcción original de este emblemático edificio estaba libre de toda patología.

Sustancias nocivas

La siguiente escala de la visita tuvo lugar en los laboratorios de los Servicios Técnicos Agroalimentarios, donde el principal cometido es evitar que determinadas sustancias nocivas presentes en los alimentos lleguen a ser consumidas por la población. "Esquivamos esos riesgos a través de la prevención", comentaron. Ahora mismo este servicio está trabajando en un proyecto europeo que estudia los cereales y otros productos procesados como el gofio y el vino o las hortalizas de regiones de la Macaronesia (Cabo Verde, Madeira, Azores y Canarias). Manejan instrumentos muy sofisticados y muy valiosos que en algunos casos han costado hasta medio millón de euros. El problema, lamentaron, es que sus investigadores no tienen estabilidad y que formar al nuevo al personal en el manejo de estas herramientas tan concretas les obliga a parar y replantear muchas de sus investigaciones para adaptarse a un sistema de contrataciones que habitualmente solo ofrece permanencias máximas de unos tres años.

Este servicio comparte estas funciones con otros trabajos de encargo, como es el caso del estudio de las aplicaciones del cultivo del cáñamo industrial. Especial atención merece el informe que acaban de iniciar sobre la importación de tabaco en las Islas. El objetivo es distinguir el tabaco rubio del negro, ya que son objeto de distintas tarifas tributarias y los resultados podrían evitar posibles fraudes fiscales en el Archipiélago.

Genómica

Finalmente, la comitiva también visitó el Servicio de Genómica, que cuenta con dos laboratorios dedicados a la extracción y amplificación del ADN. También aquí el trabajo es múltiple. La aplicación de sus investigaciones facilita el estudio de determinadas enfermedades o la identificación de hongos para el tratamiento de cultivos como el del aguacate, por ejemplo. Eso sin olvidar su participación en procesos periciales de toda índole o la identificación de perros a través de sus heces. El director del centro, José Luis Rodríguez, insistió en la necesidad de ampliar los servicios que el Segai ofrece a la sociedad, especialmente a las empresas y entidades privadas sin "entrar nunca en competencia desleal con el resto de laboratorios".

La rectora aseguró que la institución que representa hace "ciencia de excelencia para atender a los retos de la sociedad canaria". "Si hemos aprendido algo de la crisis sanitaria es que sin ciencia no hay futuro. Tenemos que lograr que todo el ecosistema canario de ciencia trabaje alineadamente. Estoy convencida de que el Gobierno de Canarias va a ayudar a las universidades públicas canarias", añadió. La ciencia, continuó, "no se puede hacer a trozos" y por ese motivo es necesario no sólo ampliar la inversión, sino que ésta sea estable. "Si averiguamos, investigamos y descubrimos cosas y nos quedamos a mitad de la investigación porque la subvención no ha salido a tiempo o ha dejado de salir, perdemos mucho", lamentó Aguilar.

Máñez recogió el guante al valorar que en Canarias "no solo se hace ciencia, sino buena ciencia" y aseguró que ante un horizonte en el que se planean "muchas incertidumbres", el compromiso del Gobierno regional es determinar "qué respuesta podemos dar ante cada situación". "Hay retos que son económicos pero también hay formas de organizar esos recursos. Hay que repensar hacia dónde queremos que avance la innovación. El papel del Gobierno de Canarias es marcar una estrategia para hacer frente a los retos importantes", concluyó.