Tras el impacto causado este lunes por el crimen machista que costó la vida a Carolina Fumero, de 43 años de edad, ayer fue un día de dolor y rabia en Tenerife, especialmente en Santa Úrsula, donde residía la mujer asesinada, y en Los Silos, su localidad natal. Carolina es la víctima número 24 de la violencia machista en España en lo que va de 2020, una cifra terrible que ayer se elevó a 25 tras el asesinato de otra mujer en Palma de Mallorca. Carolina es la ?segunda víctima en Canarias en este año y la primera de 2020 en la isla de Tenerife.

Carolina no era una vecina muy conocida en Santa Úrsula, donde había residido en La Quinta y en la casa de su presunto verdugo, en el número 1 de la calle Las Turcas, en el barrio de medianías de La Corujera. La mayor parte de su familia aún reside en Los Silos, donde uno de sus hermanos, entre lágrimas, dio las gracias a todos los asistentes al minuto de silencio que recordó a su hermana fallecida, madre de una joven veinteañera.

Vecinos de la calle Las Turcas la recuerdan saliendo a aplaudir a los sanitarios cada tarde a las 20:00 horas durante los peores días del confinamiento por la pandemia del coronavirus. También la recuerdan gritando y pidiendo ayuda, el 30 de mayo, cuando sufrió una agresión por parte de su pareja, ahora detenido por la Guardia Civil como principal sospechoso de acabar con su vida. Aquella mañana del Día de Canarias, sus vecinos la escucharon gritar una frase premonitoria: "Me va a matar". En aquella agresión intervino la Policía Local, que detuvo al maltratador, y se decretó una orden de protección que no ha tenido el efecto deseado.

Información contradictoria. Existen informaciones contradictorias respecto a la situación de la pareja en el momento del crimen, que según las primeras hipótesis se sitúa en la madrugada del sábado 18 al domingo 19 de julio. Mientras algunas fuentes aseguran que habían roto y no convivían, otras sostienen que la mujer había retomado la relación hace apenas unos días.

Conocidos de la pareja han relatado a El Día que la relación entre ambos era inestable y problemática, con reiterados episodios de violencia. El Pingui, como conocían en el barrio al presunto asesino, no tenía trabajo conocido y se le relaciona con el consumo habitual de drogas como la cocaína. Detalles y miserias aparte, la única realidad demostrada hasta el momento es que Carolina Fumero fue asesinada y que su cuerpo apareció en la fosa séptica de la vivienda que había compartido con su pareja, en un inmueble de la familia de él, donde hasta hace unos años existía el guachinche Antonio, el de Elena. Miembros de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas de La Guardia Civil (GEAS) tuvieron que intervenir el lunes en la vivienda, que fue analizada durante toda la jornada por los investigadores de la Guardia Civil, de la Policía Judicial del Puerto de la Cruz, el Equipo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística.

"Descansa en paz, hermana". David Fumero, hermano de la víctima y vecino de Los Silos, usó ayer las redes sociales para mostrar su rabia y su tristeza por el asesinato de Carolina: "Ninguna mujer se merece que le hagan lo que a ti te hicieron. Descansa en paz, hermana. No vamos a descansar hasta que ese asesino se pudra en la cárcel". También reconoció que nunca pensó que le fuera a "tocar tan de cerca" y mandó un último mensaje a la víctima: "Tranquila, hermana, que esto no va a quedar así". Fumero también uso su perfil de Facebook para agradecer, en nombre de la familia, los minutos de silencio en recuerdo de su hermana, que también residió durante un tiempo en el Puerto de la Cruz.

"Una agresión a la sociedad". Durante el minuto de silencio de ayer en Santa Úrsula, que congregó a casi medio centenar de personas en el exterior de las Casas Consistoriales, el alcalde, Juan Acosta (AISU), mostró su condena y repulsa ante este crimen y recordó que "la violencia machista, en todas sus formas, atenta contra la dignidad, la integridad y la libertad de las mujeres, pero también es una agresión a los valores democráticos y a toda la sociedad en su conjunto".

"No queremos un municipio donde las mujeres sean agredidas y asesinadas solo por ser mujeres. El municipio que queremos debe estar regido por la igualdad entre hombres y mujeres como norma de convivencia y en ello todos y todas tenemos responsabilidad", recalcó Acosta, quien se comprometió a mantener "una firme determinación y compromiso por seguir trabajando, cada día, en la prevención e intervención de la violencia machista y en las políticas públicas de igualdad, aunando esfuerzos para poder combatir esta lacra social". Carolina es la tercera mujer asesinada en el municipio de Santa Úrsula desde 2005.

Pedro Martín. El presidente del Cabildo tinerfeño, Pedro Martín (PSOE), se concentró junto al resto de la corporación insular en un acto simbólico en el que trasladó a la familia de la víctima su pesar y subrayó que "una vez más, la violencia machista vuelve a dejarnos abochornados". Un minuto de silencio que se repitió en otras muchas instituciones de las islas, como los Ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife o Buenavista del Norte, entre otros.

Martín pidió a la sociedad que "no nos hagamos insensibles ante situaciones como ésta" y apeló a la responsabilidad de las instituciones "que debemos preguntarnos si podíamos haber hecho más por evitar este asesinato".

"Algunos se preguntan qué ha fallado y habrá que investigar los detalles de por qué la cadena de mecanismos que tienen que operar para impedir estas cosas no ha funcionado. Pero esto no nos debe hacer dudar de la necesidad de denunciar cuando hay situaciones como estas y de rebelarnos ante las situaciones de violencia, opresión y agresión. La denuncia es el único camino. No es una lucha solo de las mujeres, es una lucha de toda la sociedad", declaró Martín.

La consejera de Acción Social y Lucha contra la Violencia de Género, Marián Franquet, ha lamentado que "estemos ante el primer asesinato machista de este año en nuestra isla" y mostró su deseo de que "sea el último de éste y de muchos años". Además, ha precisado que "el arrebato de vidas por causa de esta lacra es un hecho que se repite demasiado a menudo" y censuró que haya quedado una nueva "vida truncada".