Los trabajadores del Ayuntamiento de Arona se sienten desamparados por el alcalde, el socialista José Julián Mena. El comité de empresa muestra su "tristeza" por la falta de respaldo de Mena ante los ataques "despectivos" y "vejatorios" que está sufriendo la plantilla durante la grave crisis política que atraviesa el gobierno municipal. "Tristeza porque con el pasar de los días y vistas las ruedas de prensa no se ha visto una respuesta por parte del señor alcalde desmarcándose de las acusaciones, máxime cuando él mismo ha sido personal de este Ayuntamiento en otros tiempos", aseguran los representantes de los trabajadores laborales y los funcionarios en un escrito remitido el viernes al propio José Julián Mena.

En el comunicado interno, el comité de empresa del Consistorio expresa "su más profundo rechazo y tristeza" por unas descalificaciones vertidas a los medios de comunicación "en tonos despectivos y vejatorios e incluso algunos de forma nominal". El personal laboral y los funcionarios aseguran que esas críticas contra su labor han creado "un clima de enfado, frustración e injusticia". "Estas descalificaciones no nos hacen bien en estos tiempos tan complicados de crisis", enfatiza el comité de empresa.

Aunque no lo citan, los trabajadores del Ayuntamiento se refieren a las graves acusaciones lanzadas contra ellos por el presidente del PSOE de Arona, el constructor y hotelero Agustín Marichal, principal mentor de Mena. En una entrevista a EL DÍA publicada el día 10, Marichal asegura que "hay unos cuantos técnicos [del Ayuntamiento de Arona] que vienen bichaditos y que siguen mangoneando; llevaron por el mal camino a Luis García". También señala sobre Damián Hernández Fumero, jefe de Disciplina y Gestión Urbanística, que "en tres años no ha trabajado ni dos y ahora está de baja otra vez". "Son ratitas de la administración", remató el empresario y presidente de los socialistas aroneros en la misma entrevista.

El cruce de acusaciones de presuntas irregularidades, que ha convertido el Ayuntamiento de Arona en ingobernable, ha afectado de lleno al personal laboral y funcionario. Todo surgió después de que Luis García, concejal de Urbanismo, pidiera ayuda al alcalde y sus compañeros socialistas del gobierno municipal por las injerencias, presiones y coacciones del abogado Felipe Campos, con la presunta complicidad de Nicolás Jorge, asesor de José Julián Mena imputado por los delitos de prevaricación y malversación de su etapa en Granadilla de Abona. El alcalde desoyó las quejas de García, el 22 de junio lo destituyó y este llevó esas presuntas irregularidades a la Fiscalía. El mismo arquitecto Damián Hernández, jefe de servicio del Ayuntamiento, acusó al abogado Felipe Campos de "coacciones" y "amenazas" para amoldar la gestión del territorio a sus intereses y subvertir el trabajo de los técnicos municipales del área. Lo denuncia en un informe interno en el que pide amparo al gobierno municipal.

Estas graves divisiones internas han partido el gobierno aronero en dos, un hecho insólito cuando sus 14 ediles son del mismo partido. El PSOE consiguió la mayoría absoluta en las elecciones de mayo de 2019 y se preveía que iba a gobernar con comodidad. Pero solo un año después seis ediles apoyan a José Julián Mena y otros seis a Luis García. Estos últimos, además, han pedido que Mena se vaya y con él su asesor Nicolás Jorge y el presidente del PSOE de Arona, Agustín Marichal. Ha tenido incluso que intervenir la dirección nacional, regional e insular de los socialistas, que ha pedido a Mena y García que entreguen el acta. García se ha mostrado dispuesto pero no así el alcalde, que se expone a ser expulsado y a perder la secretaría general del partido en Arona, lo que conllevaría la creación de una gestora.

Víctimas del fuego amigo, los profesionales del Ayuntamiento se sienten desprotegidos por el alcalde, que no salió en su defensa después de que Marichal utilizara esos comentarios groseros para descalificarlos. En la única rueda de prensa que ha dado tras desatarse la crisis, el pasado miércoles, una semana después de las descalificaciones de Marichal, Mena manifestó sobre el personal laboral y funcionario atacado: "Respeto a todos los trabajadores municipales. No he hecho ninguna crítica contra ellos. Rechazo cualquier descalificación de esas características". Los trabajadores lamentan, sin embargo, que Mena no respondiera en los días posteriores a las críticas de Marichal y que cuando lo hizo fuera tarde y a petición de los periodistas, no por iniciativa propia.

Los trabajadores municipales recordaron a Mena en su escrito que "la administración pública española tiene mecanismos para sancionar a un trabajador si no cumpliera con sus obligaciones" y que si existiera alguna sospecha de delitos "hay también organismos para ello como los juzgados". "Independientemente del partido político que gobierne, solicitamos que nos dejen al margen de cualquier disputa política que hubiera entre los partidos que gobiernan o que están en la oposición", enfatiza el comité de empresa, que concluye con la exigencia de que los dejen trabajar "de la forma más íntegra y correcta".