El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), entidad dependiente del Cabildo, ha conseguido cinco nuevos proyectos de I+D+i en la reciente convocatoria Retos-Colaboración 2019, perteneciente al Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación. La ayuda total obtenida en esta ocasión supera los 680.000 euros.

Los cinco proyectos aprobados se ejecutarán en colaboración con diferentes universidades y otros centros de investigación de ámbito nacional en el marco de esta convocatoria, cuyo principal objetivo es el apoyo a proyectos de desarrollo experimental en cooperación entre empresas y organismos de investigación, con el fin de promover el desarrollo de nuevas tecnologías, la aplicación empresarial de nuevas ideas y técnicas, y contribuir a la creación de nuevos productos y servicios.

Una de las iniciativas aprobadas es el proyecto CAV-TH Sistema para el control y gestión de las turbinas en plantas hidroeléctricas, que detecta y clasifica diferentes fenómenos de cavitación aún en sus estados más primigenios de avance, en el que con un presupuesto total de 582.395,15 euros y junta a la Universidad Politécnica de Valencia, se pretende desarrollar un nuevo sistema de monitorización de turbinas de centrales hidroeléctricas capaz de detectar, en tiempo real y para cualquier tipología de turbina existente en el mercado, el riesgo de aparición de fenómenos de cavitación, la existencia del fenómeno de forma prematura y fiable y el tipo de cavitación, cuantificando su intensidad.

De las 420 solicitudes presentadas en esta convocatoria Retos-Colaboración 2019, se han concedido 158 proyectos, con una propuesta de financiación de 136,6 millones de euros, de los cuales 53,8 son en forma de subvención y 82,8 en forma de préstamo.

Estas ayudas permiten avanzar en la incorporación de conocimientos y potenciar la colaboración público-privada, -fundamental en nuestro sistema de I+D+i-, con el fin de generar una masa crítica de carácter interdisciplinar que permita la búsqueda de soluciones y generación de resultados, tanto en las trayectorias tecnológicas y de innovación de las empresas como en el mercado. Además, moviliza la inversión privada y la generación de empleo, que permite reforzar la capacidad de liderazgo internacional del Sistema Español de Ciencia Tecnología e Innovación y de sus agentes, contribuyendo a mejorar la competitividad del tejido empresarial.