La presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias), Ángela Delgado Díaz , reconoce a EL DÍA que la situación en la que se encuentra el sector primario tinerfeño por la falta de agua "es delicada", y alerta de que "los veranos son complicados y la sequía va a provocar problemas de riego en la isla, ya que al subir las temperaturas, la incidencia de los riesgos es mayor. Nuestro principal problema es poder disponer de agua suficiente en cantidad y calidad".

"Es un asunto muy preocupante. Nuestra prioridad ahora es que el agua de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Adeje-Arona pueda ser utilizada por los agricultores. Se ha hecho un gran trabajo con la depuración, pero el siguiente capítulo es desalar esa agua para que sea apta para la agricultura, debido a su alta conductividad. También es necesario impulsar las infraestructuras para llevar ese agua hacia el Parque de la Reina y a la zona oeste de la Isla", asegura.

En su opinión, "hacen falta más infraestructuras hidráulicas en Tenerife y desbloquear todas las obras que están pendientes. La zona que mejor está es Fonsalía, gracias a la desaladora y la elevación hacia la balsa de Lomo del Balo, donde se está suministrando mucho a la comarca. Esa balsa tiene un nivel aceptable, pero no en otras como la de Taco, en Buenavista, así que el Norte tendrá problemas este año. El sistema de depuración de la Isla Baja se tiene que adjudicar. Aún hay mucha tarea pendiente con la sostenibilidad para que no se tire ni un mililitro de agua al mar".

Ángela Delgado resalta que la sequía en el Norte "es preocupante" y la achaca a que "el cambio climático cada día es más evidente". Insiste en que las Administraciones se deben "sensibilizar más con este asunto. Nos hace falta agua para la agricultura. Para subir los ratios de autoabastecimiento necesitamos tener agua en cantidad y calidad a disposición de agricultores y ganaderos para poder sembrar nuestras tierras".

Sin descanso en la pandemia. Delgado detalla que ahora "el consumo se ha normalizado. La situación ya se ha regularizado, pero no tenemos ese millón de turistas flotante al mes que suele estar la isla y que suponían un gran consumo añadido. En esos cuatro meses muchos productos se tiraron a la basura y otros se pudieron colocar. Por ejemplo, la producción de flores y plantas se tiró toda. Es el sector más perjudicado con diferencia. Después, la ganadería, con muchos gastos y pocos ingresos. Luego, el sector vitivinícola también se vio afectado, aunque al poder embotellar, el producto se puede almacenar".

"También hubo mermas en el sector hortícola, cortando y tirando a la basura el 30% del cultivo hasta que se recondujo el consumo", según indica la presidenta de Asaga, quien lamenta que "seguimos sin poder contar con el turismo, nuestro gran motor de demanda de alimentos. Asimismo, hay una producción importante de hierbas aromáticas que se producen para la hostelería, que han sufrido grandes pérdidas. También la producción de lechugas tanto para hoteles como para supermercados durante varias semanas descendió notablemente. Ahora debemos tener un sector primario más fuerte que nunca en Tenerife, aumentando cuotas de autoabastecimiento, y esta apuesta debe ser de todos", subraya.

Respecto a los cierres de empresas del sector primaria, reconoce que "ha habido ganaderos con muchas dificultades, pero el sector agrario es de los que más ha trabajado durante la pandemia y no ha parado. En algunos sectores como el plátano, se han recogido hasta 9 millones de kilos semanales, trabajando este trimestre casi más que en todo el año".

La ganadería, muy afectada. "Es de los sectores que más problemas hemos tenido. Siempre decimos que un ganadero que cierra una explotación no vuelve a abrirla por el coste tan grande que tiene. Uno de los grandes problemas es que la mayoría de las explotaciones están sin licencia. Los expedientes no salen y sin licencia no puedes recibir ayudas y las inversiones se paralizan. El subsector más afectado es el vacuno". Y añade que la gran sequía "provoca también que los ganaderos no dispongan de pastos naturales y todo tenga que ser a base de forrajes que vienen de fuera".

Una buena vendimia. La titular de la patronal canaria adelanta que la vendimia "parece que viene muy bien, pero los viticultores tenemos la costumbre de no decir nada hasta que no cortamos la uva. Los días de calor influirán, así como los cambios de temperatura. Esperamos una buena cosecha. En el Sur las bodegas siguen demandado uva principalmente blanca, ya que nunca terminan el año, pero otras en tinto nos dicen que están llenas. El sector vitivinícola vive un momento agridulce. Posiblemente, las explotaciones no son tan rentables como quisiéramos, pero a la vez recibimos grandes premios, aunque con nuestra producción escasa no aprovechamos nuestra fama".

Plátano y tomate, dispar. El sector platanero resiste bien. "Debido a la pandemia, con el plátano se han paralizado todas las negociaciones en Bruselas y no hay novedades. Por otro lado, ahora disminuyen los envíos semanales y se puede acometer mejor la venta y esperamos que suban los precios, ya que los últimos meses han sido de pérdidas porque el mercado ha estado hundido". Delgado tiene claro que el plátano sigue siendo "el motor de la agricultura canaria, pero hemos perdido un gran cultivo como es el tomate, más en Tenerife que en Gran Canaria. El tomate ha tenido muchos enemigos naturales y competimos con unas producciones mucho más baratas que las nuestras. Tenemos una brecha difícil de superar. Hay que girar hacia la seguridad alimentaria y vender que nuestros productos son más seguros que de terceros países sanitariamente hablando", argumenta.

Alerta en flores y plantas. La situación en este sector sí es crítica. Delgado destaca que "al no declararse un cultivo esencial durante el confinamiento no se pudo vender la producción. Cerraron floristerías, empresas y también la exportación, al no haber vuelos. Inicialmente, parte de la producción se metió en cámaras, pero después se cortaba y se tiraba a la basura. Ya se han abierto un poco las ventas en el mercado local y espero que, poco a poco, se vaya abriendo la exportación. Lamentablemente, se han perdido casi todas las fechas en las que se venden las flores como el Día de las Madres, de los Enamorados, el Corpus Christi y demás, perdiendo todo su potencial durante los últimos cuatro meses. Aquí los Ertes se tienen que prolongar en el tiempo para que las empresas no quiebren", concluye.