José Julián Mena tardó en hablar. Tanto que los medios de comunicación acudieron en masa para ver cómo el todavía alcalde de Arona rompía su silencio en medio de una profunda crisis política que se ha llevado por delante uno de los ayuntamientos más importantes de Canarias. En el Centro Cultural de Los Cristianos no cabía ayer una cámara más. La respuesta, sin embargo, no fue tan apasionada en el PSOE, ni siquiera en el de Arona. A la falta de apoyos explícitos de los barones socialistas canarios de las últimas semanas y la decisión de la dirección del partido de pedirle que entregue su acta se sumó el hecho de que solo acudieran dos de los seis concejales que lo apoyan. Los otros no fueron porque, según explicó el propio Mena, estaban metidos en asuntos personales y municipales. Se sentaron a su lado en la rueda de prensa Raquel García, que ha pasado del PP y Ciudadanos por Arona al PSOE, y Francisco Marichal. Allí estaba, eso sí, el padre de José Julián Mena y algunos de sus colaboradores más cercanos. Nada más.

Pero fue otro Marichal el que protagonizó el momento más comentado de la conferencia. Hasta tal punto que el Centro Cultural casi entra en ebullición. Y eso que el calor era ya de por sí asfixiante. Solo fueron apenas un par de segundos, suficientes eso sí para que unos se miraran a otros como diciendo: ¿Escuchaste lo que dijo? Sí, lo había dicho. El presidente del PSOE de Arona, el constructor y hotelero Agustín Marichal, apoyado a la pared en un costado de la sala, cogió de repente el micrófono. Lo hizo cuando el alcalde iba a pronunciarse sobre unas afirmaciones de Casimiro Curbelo. El presidente de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), mandatario del Cabildo y diputado regional, había manifestado el martes, en declaraciones a la Cadena COPE, que José Julián Mena lo llamó pero que rechazó ficharlo. En esas declaraciones, Curbelo señaló a Agustín Marichal como raíz del problema del PSOE aronero.

Cuando iba a responder Mena sobre Curbelo, Marichal deslizó una frase con su voz ronca que retumbó en la sala: "Que se quede en La Gomera robando allí...". Entonces Marichal soltó el micrófono y dejó seguir hablando al alcalde, para no interrumpirlo ni una sola vez más en toda la comparecencia. Marichal, que se crió precisamente en la localidad gomera de Arure tras nacer en Arona, ha acaparado las declaraciones más polémicas de este nuevo caso Arona, que mantiene paralizado el Ayuntamiento en espera de una salida política que garantice su gobernabilidad. Llamó "ratas de la administración" y "técnicos bichaditos que mangonean" a funcionarios de Arona. Ayer volvió a mostrar su apoyo incondicional a Mena, un apoyo con doble filo para el alcalde. Sobre Curbelo, Mena aseguró: "Es cierto que hablé con el presidente del Cabildo gomero. Le llamé a él y a destacados militantes. Son personas a las que guardo respeto y consideración, sobre todo por su trayectoria. Les hice partícipes de esta situación injusta. Eso es verdad. Lamento si esa llamada le pudo molestar. Lo que a mí me mostró no es lo que se está diciendo. Desmiento que filtrara esa conversación para presionar al PSOE".

No fue un cumpleaños fácil para el alcalde de Arona -ayer cumplió 42- y menos en medio del apagón generalizado en toda la Isla, que dejó por un momento a oscuras la abarrotada sala del Centro Cultural de Los Cristianos hasta que entró a funcionar el generador de emergencia. Pero ahí estaba, dejado de la mano de Dios por su partido a pesar de que hace solo un año le dio una mayoría absoluta histórica en un feudo vital por el peso económico y político que representa. Y ahí estaba la web oficial del Ayuntamiento aronero para transmitir la rueda de prensa en directo, algo que causó sorpresa al tratarse de una comparecencia que se podía considerar privada, en la que Mena se intentó defender de la exigencia del PSOE de que entregue su acta y dé paso a otro alcalde o alcaldesa que devuelvan la estabilidad a Arona. Pero no, Mena resistirá.