La Mesa del Árbol ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil para que se investigue la polémica tala del ejemplar centenario de palmera canaria ( Phoenix canariensis) de más de 23 metros de altura que existía junto a la iglesia de Santo Domingo, en el casco histórico de La Orotava. El Ayuntamiento villero ha subrayado que los técnicos municipales habían detectado daños "de extrema gravedad" en el tronco y que existía riesgo de fractura, por lo que se autorizó su tala preventiva, con el visto bueno también del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias.

La Mesa del Árbol denuncia lo que considera "el brutal crimen contra la palmera de Santo Domingo, la ocultación de la planificación del acto, los engaños y la falta de transparencia por parte de las administraciones públicas en la gestión de nuestros árboles, parques y arboledas". Además, critican "cómo se han gestionado los permisos durante el confinamiento sin informar a la ciudadanía, a esta Mesa de Árbol o al resto de partidos políticos".

"Estamos cansadas y cansados de los constantes atentados contra nuestro patrimonio natural que llevamos sufriendo desde hace años con la pérdida de muchos ejemplares de este municipio perpetrados desde distintos estamentos políticos e institucionales, así como desde intereses empresariales y particulares que se revelan incapaces y poco interesados en administrar este patrimonio de forma adecuada", lamentan. A su juicio, "aquí ya no se respeta ni a nuestros emblemas naturales de nuestro conjunto ?histórico".

Para este colectivo, "tan sólo se muestra desprecio hacia los árboles y palmeras que desde hace tanto nos acompañan y enriquecen. La Orotava ha ido sufriendo un empobrecimiento en cuanto a árboles bastante trágico y lamentable que ha ido a más y a ?peor. Hasta atreverse a eliminar una palmera canaria de nuestro casco, importantísimo elemento patrimonial, ligado a nuestra historia, con un gran valor local, paisajístico, ornamental, medioambiental, cultural y social. Un ejemplar único en edad, ya que podía llegar a alcanzar los 200 años; en altura, con más de 23 metros, y en ubicación, en pleno casco, junto a otro elemento de gran valor patrimonial como la iglesia y el convento de Santo Domingo. Esta es una más de las demostraciones de este Ayuntamiento ante la falta de respeto y sensibilidad hacia los árboles, unos seres que además de alegrarnos la vista se han convertido en piezas claves y fundamentales ante la lucha contra este cambio climático".

La empresa constructora propietaria del solar solicitó la tala de la palmera, que estaba incluida en el Catálogo de Árboles Monumentales y Flora Singular elaborado por el Cabildo de Tenerife, y el informe técnico municipal la autorizó argumentando la existencia de "peligro para las personas y los bienes" por una posible fractura incontrolada. Se concluye que "la seguridad de las personas y los bienes debe primar frente a todos los niveles de protección relativos a la especie y a su singularidad".