El municipio experimentó hace un año un cambio de gobierno y usted inició también una nueva etapa como alcaldesa. ¿Cómo lo lleva?

Hasta ahora lo hemos llevado bien, y lo digo en plural porque yo sola no hubiera logrado los pasos que se han dado. El equipo ha funcionado aunque nos ha tocado pasar por distintas dificultades, incluida la inexperiencia. Creo que, en general, hemos podido caminar -quizá no tanto avanzar como caminar juntos- y hacerlo lo mejor posible.

¿En qué medida ha afectado el coronavirus al municipio?

Desde el Ayuntamiento nos lo hemos tomado como si hubiera grandes dificultades, porque no podíamos permitir que se nos colara por ningún lado. Hemos tenido algunos fallecidos, que es lo más importante. Vecinos de Tegueste murieron cuatro, mientras que los otros casos que aparecen en las estadísticas se deben a una residencia en la que, lamentablemente, hubo un foco. En cuanto al resto de la situación, lo que hemos hecho es trabajar para que la gente no estuviera desatendida. A todas las personas que necesitaron de nuestra ayuda creo que las hemos asistido. En Desarrollo Local se ha trabajado muchísimo con los autónomos y las pymes, y se ha hecho una campaña de información y de atención con la que considero que hemos cubierto las expectativas de mucha gente. Ahora estamos con las ayudas a pymes y autónomos.

Pasada esa ola del coronavirus, usted sale a la calle, pasea por los barrios... ¿y qué ve? ¿Percibe que la economía local se va reactivando?

La economía local que está a la vista -el comercio, la restauración?- aparentemente va funcionando. Precisamente ahí hicimos un esfuerzo importante para que los bares, restaurantes y cafeterías pudieran poner las mesas en la calle. Cuando paseas por Tegueste, y cuando digo Tegueste me refiero al conjunto del municipio, hay esa apariencia de que todo va mejor, pero sin olvidarnos de que mucha gente ha perdido su puesto de trabajo por el camino y de que alguna empresa, incluso, es probable que haya sucumbido a la crisis.

¿La situación que se ha vivido ha obligado a modificaciones presupuestarias?

Lo primero que hicimos fue realizar unas modificaciones para dotar las ayudas que vamos a dar a las pymes y autónomos, que son 700 euros a todo el que haya tenido que cerrar o que, si estaba abierto, tuviera dificultades económicas. La aportación es de hasta 1.000 euros si tenía entre cinco y diez empleados. Eso supuso una cantidad de unos 330.000 euros, procedentes de distintas áreas. Por ahora, no ha sido necesario hacer cambios presupuestarios dirigidos a Asuntos Sociales porque ya contaba con una dotación importante de inicio y, además, nos va a llegar dinero del Gobierno de Canarias, del Fondo de Pobreza, y alguna otra ayuda. En cualquier caso, no descartamos tampoco revisar de nuevo las cuentas, en septiembre u octubre, porque no sabemos cómo va a acabar esto. Cabe indicar que no va a haber ingresos por impuestos igual que otros años; de ahí la relevancia que para algunos ayuntamientos tiene que nos dejen utilizar el remanente y el superávit, porque va a ser la salvación de muchos consistorios. A lo mejor en nuestro caso no va a afectar tanto porque tenemos una institución saneada, pero hay otras en que sí.

Cuando debatieron el presupuesto municipal de este año planteaban que el objetivo eran unas cuentas "realistas" desde el punto de vista de que se pudieran ejecutar. ¿Lo están consiguiendo?

Tenemos el problema de que ejecutar un presupuesto no es fácil en el sentido de que la mayoría de los proyectos llevan unos procedimientos que se alargan en el tiempo, lo que, unido a la suspensión de plazos y actividad administrativa que ha habido durante el período de la covid-19, ha hecho que muchas iniciativas se tengan que aplazar para otros años. Quisimos ser realistas, pero, evidentemente, sin pensar en el coronavirus. Por ejemplo, cuando llegamos nos encontramos con que muchos de los contratos estaban finalizados, como puede ser la basura o la limpieza de edificios, y no podíamos llevar a cabo los nuevos. Tenemos ahí el problema de que a los pocos meses del comienzo del mandato aquí no había técnico jurídico y la secretaria se fue de baja desde octubre y volvió el 29 de abril; todo eso paraliza cualquier administración. Ahora, poco a poco, estamos levantando la cabeza y sacando esos contratos, los más urgentes.

¿Esa falta de personal no es fácil de resolver porque hay que modificar la relación de puestos de trabajo (RPT)?

Hay vacantes que no son fáciles de cubrir. Estamos elaborando una nueva RPT más cercana a la realidad que necesita este Ayuntamiento, y sin pensar en cuatro años, sino en que el personal del consistorio va a ser siempre el mismo. La actual relación de puestos solo es de personal funcionario y hay muchas vacantes que se han ido quedando por jubilaciones y deben ser cubiertas. Ahora mismo, con la relación de puestos de trabajo que tenemos, estamos en precario.

¿De qué se siente más satisfecha de este primer año?

Casi todo lo que se ha hecho es un poco apagando fuegos y resolviendo pequeños problemas de los vecinos, sobre todo de infraestructuras. Hay mucha gente que viene; habla conmigo; me plantea un problema de su vivienda, su calle o relacionado con el Plan General, y te das cuenta de que llevaba décadas sufriéndolo. He hablado con mucha gente, he querido atender sus problemas y creo que la mayoría están resueltos; no me gustaría que nadie se quedara atrás. El día a día de los vecinos es más importante que las grandes obras. También considero que hemos hecho buenas campañas en Desarrollo Local antes de la covid-19, se hicieron unas buenas fiestas con mucho ahorro económico en la organización y se ha trabajado en Cultura mucho y bien.

¿Y a partir de ahora?

No hemos dejado de esforzarnos durante el coronavirus, enfocados sobre todo a las personas que realmente lo necesitan, tanto si son usuarios de Asuntos Sociales -donde se han incrementado muchísimo las peticiones de ayudas- como si se trata de negocios del sector del comercio o la restauración, y ahora vamos a seguir trabajando con ellos porque, aunque acabe la crisis sanitaria, la económica está ahí. Siempre hay que tener un mensaje de esperanza. Intentaremos que este año pase lo más estable posible y nos preparamos para en 2021 llevar a cabo los proyectos que teníamos pensados cuando llegamos a aquí.

¿Cómo ha ido la relación con los socios de gobierno?

La relación es magnífica. Tenemos una buena sintonía y están todos trabajando muchísimo.

¿Ha afectado de alguna manera el paso a no adscrita de la dimitida concejala de Sí se Puede?

En absoluto. El problema que ellos tuvieran en su partido no se ha trasladado a la gestión. Ella sigue colaborando y, además, con mucho entusiasmo. También en el pleno me dijo que quería expresarse y mostró su apoyo al equipo de gobierno.

¿En qué punto se encuentra el conflicto de la gasolinera de Las Toscas?

Los vecinos fueron a la Fiscalía, que admitió a trámite la denuncia. Y, en lo que afecta más directamente al Ayuntamiento, ahora tenemos el contencioso que nos han presentado porque anulamos la licencia. Por otra parte, nos podemos adherir a ese proceso penal que hay en la Fiscalía. A nosotros nos asiste el Servicio Jurídico del Cabildo de Tenerife porque no teníamos aquí un equipo de abogados, y estoy en conversaciones con ellos para ver si nos reunimos porque una forma de defender los intereses de este consistorio sería unirnos a esa denuncia. Así pues, ahora mismo estamos en proceso de estudio de la posibilidad de sumarnos. Pero quiero que el Servicio Jurídico me lo confirme y me diga que podemos hacerlo. El resumen de todo esto es que yo dije algo al principio del mandato y lo mantengo: quiero defender los intereses de los vecinos, y los intereses de los vecinos se defienden defendiendo al Ayuntamiento de una demanda multimillonaria.