Las restricciones en la organización de actos públicos, la ausencia de turismo Las limitaciones debido a los aforos y la incertidumbre que acarrea la actual situación hace que muchos de ellos tengan una perspectiva pesimista acerca de la recuperación de cara a los próximos meses.

Este es el caso de Francisco Javier Martínez, ceramista que comercializa su producción sobre todo a través de tiendas especializadas, para las que el turismo era una parte esencial de su negocio. "La situación ha sido muy difícil, los ingresos han caído en picado", señala.

Martínez forma parte de los artesanos que puede vivir de forma exclusiva de su trabajo, por lo que como autónomo ha tenido que recurrir a diferentes ayudas para poder salir adelante. "No se hasta cuándo podremos resistir esta situación, espero que a partir de septiembre comience a normalizarse", valora.

Para la artesana Cristina Valdés, el sector en Canarias se ha visto doblemente afectado, ya que el turismo representa una parte importante de sus clientes. "En esta situación es imposible trabajar, he tenido que cerrar un espacio de show room que tenía abierto y no creo que esto vaya a solucionarse en unos meses", considera.

Sus ventas se han reducido en un 90% respecto a las del año pasado y para artesanos como ella, que dependen solo de los ingresos que obtienen a través de esta actividad, "ha sido algo dramático".

Carmen Díaz, que produce joyería con calado, asegura que cuando se inició el confinamiento sufrió un bloqueo creativo que le impidió trabajar durante algún tiempo. "Las tiendas cerradas, sin ferias a la vista, no sabía qué hacer, hemos tenido que tirar de nuestros ahorros", lamenta.

Sin embargo, explica que aprovechó para poner en marcha su propio taller y mejorar la presentación de sus diseños. Ella es una de las integrantes del sector que quiere apostar por la venta online para tener una alternativa de comercialización de sus productos y además "estoy modificando los diseños para poder ofrecer cositas a precios más asequibles, ahora que la economía de mucha gente se ha visto afectada".

Sin embargo, Díaz cree que hay luz al final del túnel y asegura que "ya empieza a haber movimientos en las tiendas y poco a poco me van haciendo encargos".

Muchos de ellos ni siquiera han podido acceder a las ayudas para autónomos que otorgan diferentes administraciones, ya que al darse de alta solo durante algunos periodos del año, no cumplen todos los requisitos.

Para otros artesanos esta dedicación es solo un complemento económico y aseguran que su situación no ha sido tan dramática al poder contar con otra fuente de ingresos. Este es el caso de Carmen Expósito, especialista en la técnica de la almazuela, y afirma que tener otro trabajo independiente de la artesanía le ha permitido hacer frente a la paralización de manera más tranquila. "La producción ha bajado un 80%, al no haber ferias, solo con la clientela particular no puedes mantener el ritmo", manifiesta.

Por eso, ella tomó la decisión de paralizar la producción. "Todos los años a partir del verano empiezo a hacer todo lo que después vendo en Navidad", explica, pero este año todo será diferente. "No se ha comunicado de manera oficial cuándo podrán volver a realizarse ferias, esperemos que para final de año pueda hacerse alguna, y lo que haré será intentar vender todo el stock que tengo ya producido", expone.

Aun así, insiste en que las ventas de la artesanía "habían disminuido mucho en los últimos años", por lo que no es muy optimista con las perspectivas de un futuro "en el que la crisis económica reducirá los ingresos de muchos".

Para Germán Hernández, tornero y carpintero tradicional, la artesanía también es una actividad complementaria. "En mi familia somos tres artesanos y mi hijo sí que era autónomo y se tuvo que dar de baja debido a esta situación", lamenta, ya que las ayudas en muchas ocasiones "llegan muy tarde".

Él mismo se ha planteado dejar la actividad debido a la situación que atraviesa la artesanía en estos momentos. "Para asistir a una feria tengo que estar produciendo un mes, son muchos gastos y pocas ventas, he pensado en retirarme", reconoce.

Para la directora insular de Desarrollo Socioeconómico, Ermitas Moreira, la artesanía "ha sido uno de los sectores más perjudicados", que ahora debe "empezar desde cero, pero con una situación muy complicada". Para muchos "los ingresos han sido cero durante estos meses" y por eso insiste en que desde el primer momento el Cabildo se ha reunido con ellos para tratar de buscar fórmulas para reflotarlo.

Una de las claves principales es la realización de ferias, donde muchos de estos productores tienen sus puntos de exposición habituales y que suponen un escaparate para su trabajo. "Las ferias se reanudarán en septiembre con la de Pinolere y El Sauzal", anuncia Moreira y afirma que el área está trabajando para poder desarrollar a lo largo del verano cuatro ferias más pequeñas en diferentes puntos de la Isla. Además, está previsto llevar a cabo una feria insular en el mes de noviembre y también la de Reyes, que se celebra cada año en la época de Navidad.

Las ferias se celebrarán con un formato nuevo, en el que habrá limites de aforo y una reducción del número de puestos, pero Moreira insiste en que el Cabildo trabaja para poder mantener también las ferias en los diferentes municipios, para lo que ha sacado una línea de subvenciones para los ayuntamientos. "A partir de ahora queda ir cerrando el calendario para que puedan celebrarse de aquí a final de año", calcula.

Medidas para la reactivación

Moreira apunta también que el Cabildo subvencionará el pago que los artesanos deben hacer para poder participar en alguno de estos eventos. "El objetivo es que ellos puedan comercializar el producto que tienen en stock", valora y que al no tener que abonar esta cuota puedan ofrecer precios más atractivos "para que le den salida al material que ya tienen".

Aun así, Moreira es consciente de que "hay que hacer una reflexión acerca de las ferias, ya que considera que "en su momento fueron muy atractivas, y ahora siguen teniendo asistencia pero poco a poco han ido perdiendo ventas ". Por lo que, "tenemos que reimpulsarlas para que tengan un cometido más comercial", algo para lo que habrá que reinventarse.

Además, la Institución quiere llevar a cabo una campaña para poner en valor el producto artesanal dirigida al consumidor local y busca potenciar el comercio online de estos productos a través de la red de tiendas de la empresa insular de artesanía.

El Cabildo está ultimando también las bases de dos convocatorias de ayudas especialmente dirigidas al sector artesano. La primera, que contará con una inversión de 100.000 euros, será una ayuda directa similar a la que han recibido ya otros autónomos. La segunda línea de ayudas se centrará en sufragar parte de los proyectos de reconversión que hayan emprendido los integrantes del sector.