El Ayuntamiento de Arico, en Tenerife, ha organizado una campaña policial para controlar las acampadas ilegales que se ha saldado con más de 500 desalojos de caravanas y campistas en la costa del municipio.

Tras el cierre del antiguo cantón militar, hasta entonces escenario de fiestas, carreras ilegales y de grandes masificaciones de chabolistas y autocaravanas, la Policía Local ha vuelto a actuar, esta vez, en los núcleos de Las Ceras, El Porís de Abona y Abades, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Los agentes de seguridad han procedido a cortar doce accesos, tres en Abades, en el entorno de la montaña de Abades y en la explanada del embarcadero; ocho en El Porís, algunos entre La Zarnosa y Callao Grande, y el resto entre La Punta y el faro; y uno en Las Ceras, debajo del túnel de acceso a la playa El Bonito.

El concejal de Seguridad, Andrés Martínez, ha explicado que las intervenciones policiales se han dividido en tres fases cada semana: notificación, cortes de acceso y desalojo.

De lunes a viernes los agentes patrullaban las zonas afectadas e informaban a los campistas del inminente corte de los accesos, y los fines de semana, en aquellos núcleos en los que todavía no se habían podido completar las acciones preventivas, se procedía al desalojo.

La medidas que se tomaron en su momento en el antiguo cantón militar "han surtido efecto" y de ahí que se haya actuado con el mismo criterio en Las Ceras, El Porís y en el resto del pueblo de Abades, ha apuntado el concejal.

Andrés Martínez ha asegurado que ya es notable que la afluencia de campistas se está reduciendo de manera considerable.

Sin embargo, ha advertido de que el Cabildo de Tenerife debe ser consciente de que los campistas que se vayan de Arico acabarán en otro punto, seguramente no regularizado, por lo que considera urgente que se redacte una estrategia insular para encontrarle una alternativa legal a los caravanistas.

"Tendemos la mano al gobierno de la isla para albergar una parte proporcional y asumible de caravanas, pero no para destrozar nuestro territorio e interrumpir la tranquilidad de nuestros vecinos mientras el Cabildo sigue mirando a otro lado", ha añadido el edil.

El Ayuntamiento se encargará de limpiar los residuos de las parcelas que habían tomado los caravanistas y el grupo de gobierno tiene previsto un proyecto de restauración ambiental y recuperación con especies autóctonas.