La noticia de la reapertura este fin de semana de algunas de las zonas recreativas de la Isla no parece haber provocado el esperado efecto llamada. Acaso el fresquito, más bien el pelete, y la fina lluvia que cayó durante el día de ayer en las medianías de la vertiente norte, en contraposición con el solajero de la costa, hicieron a más de uno desistir de la idea.

El Cabildo de Tenerife decidió reactivar ya desde este mismo sábado algunas de las áreas recreativas más demandadas por la ciudadanía, en concreto Las Raíces, en El Rosario; Llano de los Viejos, en La Laguna; La Quebrada, en Tegueste; Las Lajas, en Vilaflor; La Caldera, en La Orotava: Chío, en Guía de Isora, y San José de los Llanos, en El Tanque.

Precisamente, un grupo de amigos y amigas procedentes de diferentes municipios de la Isla, se congregaron desde el mediodía de ayer alrededor de las mesas del área recreativa del Llano de los Viejos, en el monte de Las Mercedes, y lo hicieron con un propósito festivo: celebrar un cumpleaños. Decidieron acudir a este lugar porque es relativamente cercano, "ya lo conocíamos y es un sitio que nos gusta", decían entre risas.

Aday, el homenajeado, estrenaba con evidente alegría sus 24 años y se mostraba encantado. Entre el grupo, cuchicheos. A la vista de la fotógrafo, alguien dio el aviso: "Pónganse las mascarillas". No todos disponían de ella. Saben bien que juegan con fuego al no cubrirse, tal y como marcan las normas, y que vulneran la distancia de seguridad casi sin darse cuenta, pero puede más el deseo de festejar que las prohibiciones.

A falta de brasas con las que preparar las habituales chuletas, morcillas, chorizos, chistorras, etc., este grupo de jóvenes se contentaba con croquetas, tortillas, bolsas de papas fritas, latas de refrescos y cervezas... ¡Ah!, y bien escondidas, las botellas para la mezcla. Eso sí, nada de música ni de contaminación acústica.

No cubrieron las mesas con manteles de tela o bien otro material no desechable, tal y como recomienda la Corporación insular, pero mantenían la zona en un perfecto estado de limpieza. "Aquí vamos a estar hasta las cinco de la tarde", la hora tope que ha establecido el Cabildo. O hasta que el cuerpo aguante, porque el frío se hacía notar y la fina lluvia lo iba empapando todo.

Víctor, operario del área de Medio Ambiente, supervisaba que todo estuviera en perfectas condiciones y la cosa discurriera por buen camino. "Los fogones se mantienen precintados", explicaba, y no precisamente porque existiera riesgo de incendio, sino por la obligación de mantener la distancia de seguridad entre las personas. Los módulos de baños sí se encontraban a disposición del público, con la limitación del número de personas que pueden acceder simultáneamente a este servicio, según se precisa en la cartelería, cumpliendo riguroso turno en el exterior, en fila y con una separación de 1,5 metros. Asimismo, la toma de agua estaba abierta al uso.

La Mesa Mota, clausurada y sucia. Unas laderas más allá, también en el municipio de La Laguna, el área recreativa de la Mesa Mota permanece clausurada. Una barrera en la carretera de acceso impide el paso de vehículos unos 500 metros antes de coronar este lugar, que ha protagonizado polémicos episodios protagonizados por jóvenes estudiantes.

Una guardia rural transita con su vehículo, vigilante: "La zona de acceso a la Mesa Mota está cerrada y creo que no se vaya a abrir pronto", respondía de manera diligente. Con todo, el lugar sigue siendo un polo de atracción para quienes acuden hasta allí a realizar prácticas deportivas, ya sea senderismo, jogging o bicicleta.

El lunar, sin duda, la ingente suciedad que se acumula en los márgenes de la carretera y en parajes interiores: restos de klinex, botellas, colillas, plásticos.., el rastro de los incívicos, la peor huella.