La crisis económica generada tras la emergencia sanitaria está afectando a muchos sectores de la Isla, que de una forma u otra se beneficiaban de los numerosos visitantes que llegaban a Tenerife para pasar sus vacaciones. Uno de ellos es el de los coches de alquiler, que vivió durante el confinamiento una paralización casi por completo de su actividad, y que ahora se enfrenta a una reactivación progresiva. Para adaptarse a la nueva situación, el sector tendrá que reducir a la mitad su flota de vehículos, por lo que el número de coches de alquiler que circularán por la Isla podría caer por debajo de los 20.000.

Así lo expone el presidente de la Asociación Profesional de Empresarios de Coches de Alquiler (Apeca), Juan Antonio Jiménez, una entidad que aglutina a 100 de las 180 compañías del sector en el Archipiélago. "A lo largo de este año se venderán una buena parte de la flota, para reducir el número de vehículos en un 50%", concreta.

De esta manera, en Canarias el número de coches de alquiler pasará de estar cerca de los 90.000 vehículos a rebajarse hasta los 50.000. En Tenerife, que contaba antes de la declaración del estado de alarma con entre 35.000 y 40.000 de estos coches, el número total podría quedar por debajo de las 20.000 unidades.

La estrategia que seguirán las empresas del sector para deshacerse de estos vehículos será su venta, una parte de ellos dentro del propio Archipiélago, pero otra se exportará al extranjero para poder darle salida. Operaciones que se realizarán a lo largo de todo este año, ya que el representante del sector asume que "todavía el mercado se está comenzando a activar".

Para Jiménez esta reducción es necesaria para que el sector pueda hacer frente a una nueva normalidad en la que uno de sus principales mercados de actividad ha quedado muy afectado, el turismo. Aun así, sostiene que "ya se están produciendo reservas para los próximos meses", pero puntualiza que se trata de reservas que no están sujetas a penalizaciones en el caso de cancelación, por lo que "todavía existe una cierta incertidumbre sobre cómo será el comportamiento en los próximos meses".

La llegada del estado de alarma y el cierre de la actividad turística dejó en los pasados meses escenas nunca vistas en la Isla. Grandes terrenos en diferentes puntos de Tenerife ocupados por miles de coches de rent a car, que en circunstancias normales estarían repartidos por la Isla trasladando a los viajeros.

En un primer momento ,le reubicación de estos vehículos supuso algún que otro problema para las empresas, que carecían de un espacio en el que poder instalarlos, por lo que buscaron solares y terrenos adecuados para dejarlos aparcados.

De esta manera, parcelas cercanas al aeropuerto de Tenerife Sur concentraron una gran cantidad de vehículos. Una escena que se repitió también junto al aeropuerto de Los Rodeos, aunque la cifra fue inferior. Jiménez reconoce que todavía la gran mayoría de los coches reubicados en estos espacios continúa en el mismo lugar, ya que la demanda es todavía escasa.

A pesar de la drástica paralización de este sector, Jiménez explica que las empresas ubicadas en los aeropuertos no han dejado de trabajar, ya que debían ofrecer servicios mínimos para aquellas personas que viajasen por necesidad y requiriesen de un vehículo para moverse por la Isla.

El sector también ha podido mantener un pequeño margen de negocio en el alquiler a residentes que necesitasen un coche de sustitución, al sufrir una avería en su vehículo particular. "Hemos ofrecido vehículos para suplir averías provocadas por el confinamiento y estos alquileres en algunos casos se han prolongado más de lo habitual, debido a los retrasos que han sufrido la llegada de repuestos", indica.

Jiménez evidencia que el sector no puede recuperarse solo con el margen de negocio generado por los clientes locales. "El mercado local supone apenas un 10% del movimiento del sector", apunta, por lo que esperan que poco a poco la llegada de turistas de un respiro a una actividad que en los últimos años estaba en auge en la Isla.

Tenerife es la isla con una mayor flota de este tipo de vehículos. Este parque se había incrementado en más de 5.000 coches en los últimos cinco años, debido al alza de turistas que organizan por si mismos el viaje y alquilaban un coche para moverse por la Isla.

Ahora el sector debe enfrentarse a una reactivación con muchas incertidumbres, para tratar de recuperar al menos una parte del negocio. "Es pronto para saber cuánto van a caer los ingresos al final de año, pero será una caída importante, que podría alcanzar el 50% del total", valora Jiménez.