Activistas medioambientales contrarios a la construcción de un hotel en la playa de La Tejita, en el municipio tinerfeño de Granadilla, han pedido que un médico examine a sus dos compañeros que se mantienen encaramados en dos grúas de la obra desde hace cuatro días.

Según la plataforma ecologista Salvar La Tejita, los dos activistas independientes subidos a las grúas, un hombre y una mujer, no han recibido suministro de agua ni alimentos desde hace dos días. "Consideramos inhumano negarles provisiones", ha denunciado la plataforma.

Tampoco se ha permitido que se les suministren anclajes más seguros ante los vientos fuertes ni recibir baterías para sus móviles, han agregado los ecologistas.

Los dos activistas se subieron a las grúas el martes por la mañana y han anunciado que no bajarán hasta que se paralice la obra del hotel Tejita Beach Club Resort, que se construye junto a la playa y un espacio natural protegido en la costa de Granadilla.

Los ecologistas, que han convocado una concentración de apoyo a las 17:00 horas de este sábado en el lugar, consideran que esta obra es ilegal y que las autoridades tienen la obligación de paralizarla hasta que concluya el proceso de revisión del deslinde marítimo terrestre y por renunciar proteger la costa.

La plataforma hacen un llamamiento a la ciudadanía para que acuda a los aledaños de las obras del hotel para apoyar a los activistas y "exigir con más contundencia que nunca la paralización inmediata de las obras y la depuración de responsabilidades".

También animan a la ciudadanía de otras islas a acudir a las concentraciones convocadas ante las respectivas sedes de la Delegación del Gobierno.

En un comunicado Salvar La Tejita ha mostrado su apoyo a los activistas independientes, que se han subido a las grúas "como último recurso ante la pasividad de las administraciones".

"Manifestamos nuestra repulsa ante los intentos de desalojo" y "el acoso a las activistas en horario nocturno por parte de las fuerzas de seguridad", indica el comunicado.

"Llevan 96 horas ahí arriba, consideramos inhumano negarles provisiones", señala la organización ecologista, para la que el cumplimiento de la ley "no deja lugar a dudas sobre la obligatoriedad de paralización de la obra".

Para esta organzación la licencia es "dudosa", el deslinde ha sido sobrepasado y se produce "un juego sin fin entre administraciones que se pasan continuamente la pelota a sabiendas de que el daño ambiental será irreparable".

El consejero canario de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, ha dicho que carece de competencias y ha pedido a la Dirección General de Costas la paralización cautelar de las obras, ya que se ha hecho una nueva delimitación del deslinde marítimo terrestre que ha afectado a la zona de servidumbre y protección, por lo que habrá que revisar la licencia del hotel.

Los ecologistas denuncian que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, mantiene "silencio administrativo" a pesar de haber sido informada de "todos los incumplimientos de este proyecto de hotel".

También callan, según los ecologistas, el alcalde de Granadilla de Abona, Domingo Regalado, y la jefa del Servicio Provincial de Costas, María Teresa Sánchez.

Los activistas de las grúas han recibido este sábado el apoyo de la Asamblea en Defensa de Nuestra Tierra, que responsabiliza al Ayuntamiento de Granadilla, al Cabildo de Tenerife al Gobierno de Canarias y al Gobierno central de permitir las obras y de dejar a los ciudadanos desprotegidos ante este "nuevo atentado medioambiental".