La Asociación Vecinal Brisas del Puertito de Güímar está harta de la suciedad, de la inseguridad creciente y del incivismo que practican algunos residentes en esta localidad del Sureste, donde el tiempo pasa y los problemas se cronifican. Las quejas no han cambiado en estas primeras dos décadas del siglo XXI.

Jorge Juan Machado, presidente del colectivo vecinal, transmite el malestar con el que en El Puertito afronta la acumulación de basura en contenedores "escasos y reventados, sin higiene, vertiendo líquido al asfalto convertido en reclamo perfecto para ratas, moscas y cucarachas". Focos de infección que causan "la inadecuada recogida de los residuos", no solo porque se lleve a cabo de forma incorrecta, "sino porque desde el viernes por la mañana hasta el lunes a la misma hora solo limpian la avenida Oloff Palme y algún contenedor de la zona antigua del pueblo".

Machado Bouza, secundado por su vicepresidente, Ángel Regino Paz, sostiene que "es un problema grave" que se extiende más allá de los contenedores, porque "solo con dos operarios, que cuentan con el mínimo apoyo mecánico, no se puede mantener limpio este pueblo", con una población oficial de 4.000 personas (censadas), si bien habitan el lugar unas 8.000, que pasan a superar los 12.000 durante el verano. "Y los servicios son los mismos". A todas estas, la concesión del servicio de recogida de residuos y limpieza viaria en Güímar data de hace 17 años. "Ese es el problema".

Machado y Paz cuentan que el gobierno municipal les transmitió en enero -fecha de su última reunión- que a finales de marzo tendría lugar la licitación del nuevo contrato. En el encuentro estuvieron el alcalde, Airam Puerta; Cándido Gómez, concejal de Administración General, y Patricia Encinoso, edil de Fiestas y expresidenta de la Asociación Vecinal Brisas del Puertito de Güímar. "Mucho nos tememos que con la pandemia y el reajuste del presupuesto esto irá a peor". No comprenden que las autoridades rechacen realizar acciones de choque argumentando la imposibilidad de disponer de más personal, "cuando sí hacen contrataciones para limpiar los restos de la cantidad de actos y eventos que celebran aquí".

En las calles "prolifera la presencia de excrementos de perros. La gente no las recoge. Hay un gran incivismo que se incrementa con la desidia y la dejadez que muestran las autoridades". Isabel, Puri, Mercedes y Sebastián secundan esta denuncisa pública del colectivo vecinal y suman al listado "la ausencia de mantenimiento del mobiliario urbano", así como el hecho de que "las playas no se limpian, es el viento el que se encarga de llevar la basura al mar". Unas playas que, además, "abastecen con arena de machaqueo que colocan sobre la suciedad, que aflora cuando la remueven para mezclarla".

Jorge Machado esboza una situación de la que excluye "la inseguridad creciente", por ejemplo. "Al final, lo que está ocurriendo hace que la gente que puede se marche de El Puertito de Güímar. Entre nosotros mismos hay quienes se lo plantean. Queremos que El Puertito vuelva a ser el mejor lugar para vivir".