La pandemia del coronavirus obligó a suspender los actos públicos de las fiestas mayores de la Villa de La Orotava. Pese a que no habrá celebración en la calle, el Ayuntamiento y los colectivos que hacen posible esta celebración han preparado un programa de actos virtuales y simbólicos, como la elaboración, por primera vez en la historia, de la tradicional alfombra de tierras del Teide en el interior de la parroquia de La Concepción. Un tapiz de apenas 20 metros cuadrados, elaborado con tierras sobrantes de años anteriores y algunas flores, que tendrá como motivo principal una flor de loto, como símbolo que recuerda que todo resurge y renace, y dos cruces: una roja que homenajea a los sanitarios y una negra que recuerda a las víctimas del Covid-19.

Los únicos actos públicos, a los que podrán asistir menos de 100 representantes de las instituciones y de la sociedad villera, serán las misas de la Infraoctava del Corpus, de la subida de los santos y de la romería de San Isidro. Las dos eucaristías principales se emitirán en directo por televisiones locales y el Facebook oficial del ayuntamiento. El colectivo Artearena, con Domingo Expósito y Ezequiel de León a la cabeza, se encargarán de confeccionar la pequeña alfombra del interior del templo, que no podrá visitarse y, salvo en el caso de los asistentes a la misa del día 18 de junio, sólo podrá contemplarse a través de las pantallas.

Los 35 grupos de alfombristas villeros también confeccionarán ese día una muestra de alfombras de flores en sus hogares y patios. Una manera de mantener una tradición que sólo se ha suspendido tres veces en más de 250 años: la primera vez, en 1891, por otra pandemia, en aquella ocasión de viruela; la segunda, en 1897, por las obras de La Concepción, y en 2020, a causa del Covid-19.

El concejal de Fiestas, Alexis Pacheco (CC), animó a los villeros a mantener la esencia de las fiestas desde sus hogares, siempre respetando las limitaciones del estado de alarma, y a disfrutarlas "de una manera distinta". En grupos de no más de 20 personas, la Villa insta a sus vecinos a sacar los trajes de magos para celebrar, sin salir a la calle, el baile de magos, la subida de los santos y la romería, los días 19, 20 y 21. También a vivir un estreno de la cosecha de vinos del Valle con una "cata en casa" el día 17, así como un jueves de las alfombras a otra escala.

El programa prevé charlas sobre cocina con flores, botánica en las alfombras, los pregoneros, la historia del Corpus villero o el cordón trenzado; mensajes de Los Sabandeños, la reina de las fiestas, el colectivo de la Batalla de Polkas, el alcalde y otros colectivos; talleres para aprender a elaborar conejo en salmorejo, el traje típico, bailes tradicionales o rosetas y calados; un karaoke parrandero; juegos en línea; vídeos antiguos, y varios conciertos.

José Chávez, representante de la Comisión Mixta de las Fiestas, espera que esta edición con tradiciones adaptadas a la situación que se vive "sea un punto y aparte para volver en 2021 con las fiestas de siempre". El párroco de la iglesia de La Concepción, Óscar Guerra, también aseguró que estas fiestas distintas auguran que "el próximo año se podrán vivir con todo su esplendor".

El alcalde, Francisco Linares (CC), reconoció que estos festejos serán "inéditos, extraños y muy distintos a los vividos en el último siglo. Nos costará no celebrarlas en la calle, pero se ha hecho un trabajo inmenso para que podamos disfrutarlas desde casa". Pidió colaboración ciudadana y responsabilidad; advirtió de que no se tolerarán actos ni concentraciones en la calle, y subrayó el carácter solidario de esta edición, "ya que todo lo que dejamos de gastar en los actos festivos servirá para financiar medidas sociales y económicas del Plan de Reactivación de La Orotava".

El jueves 18 de junio será el único festivo local de esta edición, en la que no habrá ampliación de horarios para los bares. El alcalde tuvo palabras de recuerdo para las víctimas de la pandemia; insistió en la necesidad de ser responsables también durante estos días festivos que se celebrarán en las casas, y lanzó un mensaje de resignación ante lo inevitable: "No será igual, pero es lo que hay".