El Pleno del Ayuntamiento de El Rosario aprobó ayer una batería de 63 acciones para hacer frente a la crisis generada por la pandemia y el estado de alarma. El acuerdo salió adelante con los votos del grupo de gobierno (IR-Verdes y SSP), mientras que los portavoces de la oposición (PSOE, CC, Cs, PP y Podemos) optaron, disconformes, por abandonar momentáneamente el salón de plenos.

El documento establece en primer término las medidas que denomina institucionales, con agradecimientos a los profesionales sanitarios, trabajadores de servicios esenciales y a la población. También en el bloque inicial se encuentra la creación de una mesa municipal sobre el coronavirus. Uno de los asuntos más sobresalientes se encuentra entre las acciones económicas: modificar el presupuesto. Además, crear una línea de subvenciones directas a autónomos y pymes, otra a ganaderos y mantener la cuantía de las ayudas a los clubes deportivos son otras actuaciones destacadas de carácter económico. A continuación aparecen los epígrafes Medidas para la Administración y Medidas Sociales.

Para hacerlo posible se abordó inicialmente una modificación presupuestaria, algo más de 350.000 euros para afrontar esas nuevas necesidades económicas. Del total, 133.000 euros saldrán de distintas partidas que estaban previstas, mientras que 224.000 se cubrirán con el remanente de tesorería. Ya desde ese instante del pleno la oposición mostró algunos reparos a la línea del gobierno. Sin embargo, las diferencias se acabaron de evidenciar al llegar a la moción.

El choque venía desde la anterior sesión plenaria, cuando las formaciones políticas que no integran el gobierno presentaron una relación de medidas que no se pudieron tratar por un error en su registro. Este jueves, en cambio, el portavoz de Ciudadanos (Cs), Juan Carlos Martín, planteó que habían solicitado un pleno extraordinario para abordar su paquete de acciones y que, por tanto, no cabía debatirlo antes en una cita ordinaria. El criterio del secretario fue otro. Ante eso, el gobierno local decidió seguir adelante con el punto. Fue ahí cuando los portavoces de la oposición -el resto de ediles seguía el pleno telemáticamente- optaron por salirse del salón.

Martín esperó un poco más para plantear un "consenso" a las organizaciones del pacto rosariero, y acabó manteniendo un par de choques con Sara Cabello (IR-Verdes). La también primera teniente de alcalde puso de relieve que en la moción formulada se incorporaron 27 de las medidas que había propuesto la oposición, así como que el gobierno tendió la mano "desde el primer momento".

Tributo a Macario Benítez

Aquel encontronazo no fue un hecho aislado. La denominación de una vía pública del municipio como Macario Benítez Gil fue un asunto, si cabe, más caldeado. La propuesta la defendió IR-Verdes y, más concretamente, Sara Cabello, un partido y una edil enfrentados al desaparecido alcalde socialista. "Un fallecimiento extingue cualquier tipo de responsabilidad penal y, por tanto, solo nos queda aquí hablar del legado que dejó en el municipio", tuvo que decir Cabello para sortear el contraste entre esta iniciativa y los años de críticas a la gestión de Benítez, con el que antes compartió partido. Asimismo, justificó el tributo en la "responsabilidad institucional", y se arrepintió de la manera en que en alguna ocasión se dirigió a él.

"Qué bonito, Sara; muy bonito...", lamentó después el líder del Partido Socialista (PSOE), José Antonio Estévez. Emocionado durante su intervención, defendió que el exalcalde merecía más y criticó las formas. A continuación, la tensión fue creciendo. "¡Relájate!", le llegó a decir Sara Cabello a Estévez. "¡Que te calles la boca, hombre, que estoy en mi turno de palabra!", le espetó.

El alcalde, Escolástico Gil, sostuvo que la propuesta nació con "buena voluntad", así como que el expediente se cambió a raíz de una conversación con la familia. Por su parte, Fidel Vázquez (SSP) se mantuvo firme en que no corresponde otorgarle una calle a alguien que fue condenado en varias causas judiciales, mientras que, aparte de Estévez, también otros portavoces de la oposición solicitaron que el punto se quedase sobre la mesa, es decir, pendiente para abordarlo en un futuro pleno. Eso fue lo que decidieron por unanimidad, y tras un receso, todos los partidos del consistorio rosariero.