Cáritas Diocesana de Tenerife ha informado este viernes de que tras la declaración del estado de alarma como consecuencia de la pandemia de coronavirus ha detectado un aumento de las peticiones de ayuda urgente

Por zonas geográficas, la mayor demanda de ayudas proceden del sur de la isla, en concreto de los arciprestazgos de Granadilla e Isora (sobre todo de personas residentes en los municipios de Granadilla, Arona, Adeje y Guía de Isora), así como del área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, especialmente Taco, Santa Cruz Centro, La Salud, La Cuesta y Ofra.

En un comunicado, Cáritas Diocesana indica que el aumento del desempleo, y las limitaciones impuestas por el estado de alarma a los sectores productivos del Archipiélago, lleva a pensar que durante los próximos meses las peticiones de ayuda podrían continuar creciendo.

La organización no gubernamental, aplaude la reciente aprobación del ingreso mínimo vital, ya que entiende que supone un "paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa", que además "nos dignifica como país, al reforzar nuestros sistemas de garantías sociales para las personas excluidas y nos acerca a la media europea en materia de ingresos mínimos".

En esa línea, Cáritas cree "necesaria la existencia de un sueldo mínimo estatal común en todo el territorio, que limitara las inequidades".

Este es un objetivo que queda cubierto con este ingreso mínimo vital, al "asegurar un mismo derecho efectivo independientemente del lugar de residencia y de los posibles cambios residenciales que se puedan producir".

Para Cáritas es importante que este recurso trata de evitar la pobreza severa, dando una especial atención a los hogares con hijos, aunque pierde capacidad protectora en los hogares de las familias más numerosas.

Y valora "el reconocimiento que el Real Decreto-ley hace de los procesos de inclusión social, sin que sean una condición imprescindible para poder acceder al ingreso mínimo vital".

Pero opina que el real decreto-ley "todavía deja muchos aspectos sujetos a un desarrollo reglamentario posterior. La forma en cómo se acometa este desarrollo será esencial para dar respuesta a una realidad de exclusión social que es muy compleja y a la que el ingreso mínimo vital no da respuesta completa".