La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha pedido al Cuerpo General de la Policía Canaria que abra una investigación sobre el multitudinario entierro celebrado el pasado lunes en el municipio tinerfeño de Guía de Isora en el que numerosas personas acudieron a despedir a un joven motorista de 36 años, fallecido en un accidente de tráfico en la localidad de Candelaria.

Sanidad ha solicitado la apertura de esta investigación policial y, además, ha requerido que se "depuren responsabilidades por esta concentración de personas" y, si es necesario, que se impongan "las sanciones pertinentes", en el caso de que así lo consideren las autoridades competentes.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes 25, cuando en la plaza de la iglesia de Guía de Isora y en los alrededores del cementerio se congregaron cientos de personas sin cumplir las medidas de distanciamiento obligadas ni el uso generalizado de mascarillas ni las limitaciones de asistencia a velatorios y entierros.

Fuentes de Sanidad expresaron a Efe su preocupación e inquietud por estos hechos y han recordado que la asistencia a los entierros está regulada durante la Fase 2 de la desescalada por la pandemia del Covid-19 y fija ahora en 25 personas el máximo de asistencia a los sepelios celebrados en espacios abiertos.

Sanidad ha advertido de los riesgos de contagio por coronavirus que se corren en este tipo de aglomeraciones y ha recordado lo sucedido con una familia de la Isla de Tenerife en la que han resultado contagiados 9 de sus 14 miembros a raíz de una celebración familiar en la que no mantuvieron las distancias requeridas.

El Ayuntamiento de Guía de Isora emitió ayer un comunicado en el que lamenta "profundamente" la "inesperada acumulación de personas" durante este entierro. Según puede verse en vídeos publicados por Antena 3, usuarios de la red social Facebook y Moteros Unión Sur, cientos de personas acudieron a la despedida de este popular motero, de 36 años de edad, pese a que la Fase II sólo permite un máximo de 25 personas en espacios exteriores, y siempre guardando las distancias. Unas recomendaciones sanitarias que se incumplieron en un sepelio que ayer se convirtió en noticia de alcance nacional.

Homenaje autorizado

El Consistorio sureño aclara que tras el fallecimiento de un vecino "muy conocido en el municipio y aficionado al motor", la corporación recibió una solicitud por parte de una asociación de motoristas para rendirle un homenaje en la calle. Este homenaje permitía el acompañamiento del féretro, "pero siempre exigiendo el cumplimiento de la normativa, con un número limitado de vehículos, en una zona anexa al cementerio y en la plaza de la iglesia", donde se concentraron más de 50 motos.

La corporación local encargó, en cumplimiento de la normativa para la Fase 2, un dispositivo de seguridad para dos entierros que tenían previsto celebrarse ese día en el municipio y asegura que "la Policía Local acudió e informó en todo momento a los asistentes de la necesidad de tomar las medidas de distanciamiento social para prevenir el contagio de la Covid-19, con el apoyo de efectivos de Ayuda en Emergencias Anaga (AEA)". Sin embargo, las imágenes difundidas dejan claro que no se respetó el aforo máximo ni la distancia social ni por parte de algunos asistentes la obligación de uso de mascarillas.

Un pasillo con motos

Cientos de personas se concentraron en la plaza para recibir al féretro, donde se organizó un pasillo con motos. A la entrada del cementerio se produjo otra gran aglomeración de personas, que también accedieron al camposanto para dar su último adiós al fallecido.

Desde la Corporación isorana se reconoce que "fue una situación que se desbordó de forma imprevista y que en todo momento se intentó actuar desde el respeto a los familiares del fallecido, sin dejar de velar al mismo tiempo por el cumplimiento estricto de la normativa tal y como han acatado otras personas del municipio desde el inicio del estado de alarma". El gobierno local lamenta la molestia que "esta situación excepcional" pueda haber causado.

Esta polémica llega a Guía de Isora después de que en Córdoba se produjera una situación similar el día 17 de mayo, cuando cientos de personas despidieron al líder de Izquierda Unida Julio Anguita mientras que las familias de las más de 27.000 víctimas del coronavirus sufrieron velatorios y funerales con muy pocos familiares.

De solo tres a 15 o 25

Durante los primeros días del estado de alarma, velatorios y funerales quedaron limitados a la asistencia de un máximo de tres familiares o allegados, además del encargado del culto religioso. En la actualidad, ese límite es de 15 personas en espacios cerrados o de 25 en el caso de actos celebrados al aire libre.