Los administradores de fincas advierten de que solo la mitad de las 1.800 piscinas de las comunidades que gestionan en la provincia tinerfeña abrirá en la actual fase 2 dada la limitación del aforo y el problema de control de accesos; la limpieza y desinfección constante de los elementos del solarium como tumbonas y duchas, o la imposibilidad de vigilar que se cumplan las normas decretadas por el Ministerio de Sanidad.

En un comunicado remitido por el Colegio de Administradores de Fincas de la provincia tinerfeña se recuerda que, "a falta de una regulación precisa que se refiera en particular a las piscinas de las comunidades, que ha vuelto a solicitar el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España al Ministerio de Sanidad, los profesionales tinerfeños se ven entre la presión de abrir las piscinas -porque el buen tiempo y las familias así lo demandan- y los problemas de tipo económico y de riesgo de contagios".

Los administradores de fincas advierten que "cumplir exhaustivamente la norma estatal para las piscinas recreativas exige una serie de medidas que requieren a su vez una gran inversión que la mayoría de comunidades de propietarios no pueden asumir".

Añade que "para controlar el aforo necesitaríamos contratar a algún vigilante, y para mantener las condiciones higiénico-sanitarias que está exigiendo Sanidad tendríamos que ampliar el contrato de limpieza y mantenimiento", una situación que derivaría en que "casi con seguridad en nuestras comunidades no se abrirían".

Un problema añadido es el control del aforo: "¿quién lo controla? ¿ponemos a una persona solo para eso?", cuestiones a las que añaden su preocupación por si se fijan turnos o se regula el tiempo de estancia. "La solución pasa porque cada comunidad adapte el uso de las piscinas a su realidad, apelando a la responsabilidad de los usuarios -ya sean propietarios o inquilinos- para evitar el contagio".