El Ayuntamiento de Guía de Isora lamenta "profundamente" la "inesperada acumulación de personas" durante un entierro que se desarrolló este lunes 25 de mayo en el municipio. Según puede verse en un vídeo publicado por Antena 3, cientos de personas acudieron a la despedida de un popular motero, pese a que la Fase II sólo permite un máximo de 25 personas en espacios exteriores, y siempre guardando las distancias. Unas recomendaciones sanitarias que se incumplieron claramente en este funeral.

El Consistorio sureño aclara que tras el fallecimiento de un vecino "muy conocido en el municipio y aficionado al motor", la corporación recibió una solicitud por parte de una asociación de motoristas para rendirle un homenaje. Se permitió, mediante autorización, el acompañamiento del féretro siempre exigiendo el cumplimiento de la normativa, con un número limitado de vehículos, en una zona anexa al cementerio y a la plaza de la iglesia.

La corporación local encargó, en cumplimiento de la normativa para la fase 2, un dispositivo de seguridad para dos entierros que tenían previsto celebrarse ese día en el municipio y la Policía Local acudió e informó en todo momento a los asistentes de la necesidad de tomar las medidas de distanciamiento social para prevenir el contagio de la COVID 19, con el apoyo de efectivos de Ayuda en Emergencias Anaga.

Desde la corporación se reconoce que "fue una situación que se desbordó de forma imprevista y que en todo momento se ha intentado actuar desde el respeto a los familiares del fallecido, sin dejar de velar al mismo tiempo por el cumplimiento estricto de la normativa tal y como han acatado otras personas del municipio desde el inicio del estado de alarma".

El gobierno isorano lamenta también la molestia que "esta situación excepcional" pueda haber causado a la ciudadanía.

Esta polémica llega a Guía de Isora después de que en Córdoba se produjera una situación similar el día 17 de mayo cuando cientos de personas despidieron al líder de Izquierda Unida Julio Anguita mientras que las familias de las más de 27.000 víctimas del coronavirus sufrieron velatorios y funerales con muy pocos familiares.

Durante los primeros días del estado de alarma, los velatorios y funerales quedaron limitados a la asistencia de un máximo de tres familiares o allegados, además del encargado del culto, que debían respetar siempre la distancia de dos metros entre ellos. En la actualidad, ese límite es de 15 personas en espacios cerrados o 25 en espacios abiertos, también con los preceptivos dos metros de distancia si no se convive en el mismo domicilio.