La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga) prevé un verano "complicado" para los agricultores de la Isla debido a la falta de agua para el riego. Así lo asegura la presidenta de este colectivo, Ángela Delgado, quien considera que se presentan "unos meses duros" para el sector como consecuencia de la sequía. "Este año va a haber muchos problemas y ya los estamos notando", mantiene.

Delgado explica que ya se está evidenciando la falta de este recurso en algunos puntos de Tenerife como en la Isla Baja o las medianías del Sur. Por eso, reclama medidas para paliar esta situación, a través de acciones que "permitan liberar agua de la costa para aumentar la disposición en las partes altas".

Delgado expone que la falta de turismo ha posibilitado que exista un mayor acceso a este recurso por parte de la agricultura, pero advierte que se ha tratado de una situación a corto plazo ya que el sector "no puede depender del sobrante de otros sectores".

La presidenta de Asaga lamenta que esta situación puede lastrar que el campo tinerfeño se convierta en un nicho para la generación de empleo durante la crisis económica y social que ha provocado el Covid-19. "El sector primario siempre ha sido un nicho de recepción de mano de obra en estas situaciones", aclara, pero advierte que con problemas como el del agua se hace difícil aumentar la producción. "Si no se le garantiza este recurso a los agricultores es complicado que el sector pueda acoger a nuevos trabajadores", sostiene.

La agricultura y la ganadería han demostrado ser sectores esenciales durante las últimas semanas en las que la emergencia sanitaria derivó en un confinamiento de algo más de dos meses. Los productores siguieron trabajando para garantizar el abastecimiento de productos de primera necesidad, pero Delgado lamenta que muchos de ellos se han visto muy afectados por el cierre de la restauración y los establecimientos turísticos, a los que iban dirigida una parte de la cosecha basada en productos que no tienen tanta demanda entre las familias tinerfeñas. "Ha habido producciones que se han tenido que recolocar o se han donado a entidades sociales por su falta de comercialización", explica. Delgado pone como ejemplo los cultivos de hoja fresca, como las lechugas, de las que existen variedades que prácticamente solo se utilizan en establecimientos. La representante de Asaga evidencia que también ha habido problemas con las producciones de leche y queso fresco, que sobre todo durante las primeras semanas del estado de alarma tuvieron dificultades de comercialización.

Por eso, ahora los agricultores se han visto obligados a reorientar sus cultivos con mucha incertidumbre, ya que no se sabe exactamente el volumen de turistas que llegarán a la Isla en los próximos meses o cuál será la demanda de los establecimientos de restauración. "No sabemos si vamos a tener un verano con o sin turismo, por lo que se ha sembrado de forma cautelosa", afirma Delgado.