¿Cómo está viviendo Tacoronte la crisis del Covid-19?

El municipio ha pasado dos fases claras: la inicial, en la que como el resto del país, vivimos un momento de sorpresa por la gravedad del estado de alarma, y una segunda, tras la crisis de la residencia de mayores Magnolia, que elevó los casos en el municipio y nos mostró mucho más cerca la gravedad del Covid-19. Eso sí, desde el 28 de febrero este ayuntamiento ya había aprobado el primer protocolo Covid-19 para trabajadores, que ya planteaba el teletrabajo y los equipos de protección individual. El tiempo, desafortunadamente, nos dio la razón.

¿Los positivos en esa residencia han sido el peor momento?

Sí, fue el peor momento porque a todos se nos pasaron por la cabeza las imágenes de lo que estaba pasando en residencias de mayores en la península. En ese duro momento reaccionamos para que aquí no sucediera lo mismo. Llamé a todas las instancias posibles y, como se pudo comprobar, todos los mayores enfermos fueron trasladados al Hospital Universitario de Canarias. Se hizo con la UME y con todas las garantías. Y fue algo que no se estaba haciendo hasta ese momento.

Tras aquellos 49 positivos en esa residencia, ¿sabe si se produjo algún fallecimiento?

Sólo tenemos constancia formal de un fallecimiento, pero por otras fuentes nos aseguran que han sido dos los fallecidos. Ambos de edad avanzada y con patologías previas. Les ha tocado la peor cara del coronavirus, pero es verdad que a las dos semanas del desalojo, la mayoría recibió el alta y la residencia ha recuperado ya en parte de su normalidad.

¿Han tenido que imponer muchas sanciones por incumplir el confinamiento?

Creo que en Tacoronte estamos en la media. Superan el centenar. Al principio la gente era poco consciente de sus obligaciones y ahora, básicamente, nos dedicamos a apercibir, ya que ante este galimatías normativo, muchas personas desconocen cuáles son sus derechos y obligaciones.

Como abogado, ¿entiende que se haya hecho difícil cumplir una normativa tan cambiante?

Como abogado, acostumbrado a abrir todos los días el BOE para leerlo, reconozco que en algunas ocasiones me ha resultado absolutamente ininteligible lo que se nos ha planteado. Esto de actuar a golpe de boletín ha sido confuso y muchas veces hemos tenido que intentar interpretar qué se nos quería trasladar con cada medida. Y no somos los únicos. Muchas veces se han corregido medidas en boletines posteriores. Pero hay que ser comprensivos, ante esto que ha sucedido no había ni un libro de instrucciones ni un manual. No había nada escrito. No sabíamos como actuar ni nadie nos lo había explicado.

¿A los ayuntamientos les ha faltado información?

Creo que sí. Sinceramente. Soy un poco crítico, y lo he sido en la sede de la Fecam, que ha hecho un gran esfuerzo para informar e intentar ordenar el bombardeo diario que estábamos recibiendo. Sí creo que otras instituciones debieron hacer un mayor esfuerzo para informar a los más de 8.000 municipios que existen en España. Tenemos competencias en orden público y protección civil y en muchas situaciones nos hemos encontrado inermes.

¿Qué es lo que más le preocupa ahora?

Voy a decir una frase que puede sonar como un mantra que estamos repitiendo todos, pero es real: me preocupa muchísimo la crisis socioeconómica que viene tras la crisis sanitaria. Me asustó mucho cuando, al tercer día de confinamiento, pude comprobar que había muchísimas familias llamando a los servicios sociales de este ayuntamiento porque no tenían comida. La cadena de transmisión de la economía sumergida paró y las soluciones para pagar su sustento o sus suministros, desaparecieron. Eso ya ocurrió al tercer día, a las dos semanas fue peor y ahora sigue empeorando. Tenemos que dar soluciones alimentarias a gran parte de las familias de Tacoronte. Me preocupa muchísimo el desempleo y la situación económica que viene tras este escenario. También me preocupa que a los ayuntamientos nos dejen usar los recursos que tenemos para resolver esta situación. Me resulta del todo lamentable que los ayuntamientos tengamos dinero en los bancos y que no podamos usarlo para rescatar a los vecinos, que es el objetivo de este gobierno.

¿Cuánto dinero tiene el Ayuntamiento de Tacoronte inmovilizado en los bancos?

Tenemos 35 millones de euros inmovilizados en los bancos, una cantidad indecente, y hay gente que está pasando hambre. Con una pequeña parte de ese dinero, faseada durante la próxima década, este ayuntamiento sería capaz de dar trabajo y sustento a gran parte de la población. Con ese dinero podríamos rescatar a los vecinos. Resulta del todo injusto que ese dinero de todos esté en los bancos y no podamos usarlo.

¿Espera que el Estado autorice a usar esos ahorros locales?

Sí, creo que va a imperar la lógica, pero por una razón fundamental: la pérdida de recursos económicos del Estado y de la Comunidad Autónoma generará una merma en lo que reciben los ayuntamientos, así que vamos a tener que sufragar nuestros gastos y ese rescate ciudadano. Lo que está más a mano es ese dinero, que tendrán que liberar con algunas condiciones. No va a quedar otra. Si no liberan los ahorros de los municipios, muchos ayuntamientos tendrán que bajar palanca. No es el caso de Tacoronte, pero hay otros que aún tienen deuda.

¿Esos ahorros demuestran que sus antecesores en el cargo, como Álvaro Dávila (CC), no lo han hecho mal en cuanto a la gestión económica?

Ni Álvaro Dávila ni Hermógenes Pérez, ya que la situación de cuentas saneadas del Ayuntamiento de Tacoronte no es fruto sólo de los últimos ocho años. Viene también de un periodo anterior. Tacoronte es un municipio que, en los últimos 20 años, ha vivido con bajo o nulo endeudamiento. Y eso es algo que agradezco a todos mis antecesores.

¿Con esos 35 millones, prorrateados en varios años, daría para hacer frente a la crisis social y económica que viene?

Sí, con algo de cabeza se puede vertebrar un plan de inversión que, a través de convenios para desempleados y gastos en las pequeñas empresas locales, ayude a recuperar la economía y a mantener el tejido comercial local. Un proyecto de ejecución de obras y servicios con mano de obra local e inversión en el municipio puede hacer que este mal trago pase de manera mucho más amortiguada.

¿Cuánto cree que tardarán Canarias y Tacoronte en volver a estar en la situación de principios de marzo de 2020?

Sé que es una pregunta difícil de responder, pero creo que por lo menos vamos a tardar un lustro en volver a la situación anterior al estado de alarma.

¿Las 1.600 personas que han pedido ayudas de alimentos en estas semanas son el pico de la curva?

No, no, para nada. Estamos en la fase creciente. Sigo firmando cada día altas nuevas de usuarios en servicios sociales. Se incrementa. calculamos que en Tacoronte es posible que tengamos que atender a alrededor de un 10% de la población. Es muy posible que en Tacoronte lleguemos a las 2.500 personas asistidas por el Ayuntamiento, que somos los que ahora garantizamos el sustento de muchas familias.

¿Cuáles son sus prioridades de aquí a final de año?

Rescatar a las personas será la prioridad del año 2020. No podemos volver a cometer los errores de crisis anteriores. Rescatar a las familias y a las personas también rescata las economías locales. El presupuesto se va a centrar en ese objetivo, y en ayudar a las Pymes.

¿Hay algunas ayudas locales aprobadas?

Sí, tenemos aprobadas las ayudas al sector primario, como las de alimentos para el ganado, y la primera línea de ayudas de emergencia para Pymes y autónomos, con 500 euros para cada solicitante. Y sabemos que no serán las últimas, porque el tejido comercial tiene que resistir para que se mantenga el empleo.