El vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife y consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación, Enrique Arriaga, anunció ayer la finalización de los trabajos para instalar las protecciones contra derrumbes en la parte superior de la ladera de la zona del mirador de La Grimona, en Los Realejos, en la que se produjeron los desprendimientos de los días 6 y 7 de mayo que obligaron a cortar completamente la TF-5. Pese a los avances en las obras, dificultados por la orografía del terreno y la imposibilidad de usar maquinaria, Arriaga descarta una "solución apresurada" al grave problema de seguridad que mantiene cerrada desde hace ya 16 días esta vía clave para el Noroeste de Tenerife.

Arriaga informó de que los operarios, que trabajan suspendidos con cuerdas en el acantilado, han construido una barrera dinámica en la parte más alta del talud y han dispuesto redes de malla metálica para asegurar aún más la zona y reducir al máximo la posibilidad del desprendimiento de rocas.

El consejero insiste en que la actuación es "muy compleja" y recuerda que su objetivo final es garantizar la seguridad de las personas que circulen por la TF-5, "por lo que vamos a actuar con toda la rapidez y todos los recursos posibles pero, en ningún caso, de una forma apresurada".

Con la actuación finalizada ayer se dan por concluidos los trabajos en la máxima altura para asegurar el talud, "lo que permitirá comenzar las actuaciones de estabilización y aseguramiento de la parte baja de la ladera, donde se colocará otra barrera de protección para evitar que las rocas puedan volver a golpear vehículos, tal y como sucedió el pasado 7 de mayo. Arriaga valora "la celeridad con la que se están ejecutando los trabajos, con el objetivo de conseguir abrir cuanto antes al tráfico la vía. Somos conscientes de los inconvenientes que están sufriendo quienes deben hacer uso de esta carretera y, especialmente, los vecinos de la zona".

El consejero ha informado de que, en paralelo, el servicio técnico de Carreteras está trabajando en los proyectos para la instalación de dos falsos túneles en ambos sentidos que prolonguen el túnel actual, con el objetivo de incrementar la protección en una zona especialmente vulnerable.

El Cabildo de Tenerife quería anunciar hoy la fecha de la reapertura de al menos un carril de la TF-5, previsto para la próxima semana, pero ese anuncio se pospone hasta que los técnicos encargados de los trabajos certifiquen que esa medida es segura.