El Cabildo de Tenerife ejecuta obras de emergencia para tratar de reabrir lo antes posible la TF-5, cortada entre Los Realejos y San Juan de la Rambla desde el pasado día 7, debido a dos importantes desprendimientos. Mientras se asegura la ladera, el área de Carreteras también trabaja en soluciones a más largo plazo, como la creación de entre 200 y 300 metros de nuevos tramos de falsos túneles para proteger los vehículos en las zonas más expuestas a la caída de rocas, según explica el consejero Enrique Arriaga.

La idea del Cabildo es unir los dos túneles que llegan hasta el cauce del barranco del Dornajo con un tramo de unos 70 metros de falso túnel, cuyo diseño final dependerá de los criterios técnicos, pero sí contará con una parte abierta al exterior. Además, se ampliará hacia el Noroeste la salida del túnel afectado por los desprendimientos de los días 6 y 7 de mayo. "La intención que tenemos es ampliarlo unos 200 metros para salvar la zona más peligrosa", detalla Arriaga. El mirador de La Grimona se ubica a unos 120 metros de distancia respecto a la salida actual.

Arriaga se muestra satisfecho por el desarrollo de la obra de emergencia que se ejecuta en la zona, "pese a que no fue posible contar con la ayuda del Ejército de Tierra ni de los helicópteros para trasladar el material necesario hasta la zona alta de la ladera". Este transporte se realizó, desde el pasado lunes, con una grúa de grandes dimensiones.

"La primera barrera, que es la más importante, ya está instalada, y ahora se trabajará en terminar la segunda barrera durante el fin de semana. Hay que dejar que fragüe el hormigón, pero nuestra idea es que la próxima semana estén concluidas ambas y se pueda abrir al menos un carril en dirección Icod de los Vinos", avanza Arriaga. Durante el día de hoy está previsto que se pueda concretar una fecha de reapertura parcial de este tramo de la carretera TF-5. Este carril hacia el noroeste permitirá dar mayor fluidez al tráfico pesado.

Arriaga subraya que durante estos días se ha tratado de mostrar a los afectados la gran dificultad de los trabajos que se ejecutan en una comarca cuyas vías "sufren el abandono de muchos años".

"Lo que estamos haciendo es una solución provisional, de emergencia, porque no podemos permitir que ese tramo se vuelva a cortar por la caída de rocas. Por eso también trabajamos junto a la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias en la ejecución del nuevo tramo del anillo insular entre San Juan de la Rambla y Buen Paso, así como varios carriles lentos. Ojalá sea posible ejecutarlo antes de que concluya este mandato", apunta Arriaga, quien reconoce que el tramo más complicado, entre Los Realejos y San Juan de la Rambla, aún carece de una alternativa consensuada y será el último del anillo insular.

"El tramo del anillo entre Los Realejos y San Juan de la Rambla depende del Gobierno canario, pero entendemos que es fundamental. Dadas las características de la zona y la existencia de parajes protegidos, creemos que será necesario construir varios tramos de túnel", augura Arriaga.