El cierre de la TF-5 por desprendimientos en la zona de los túneles de El Mirador, en Los Realejos, obligó a desviar desde el pasado día 7 todo el tráfico a través de la carretera TF-342, que une el casco de Los Realejos con el núcleo de medianías de Icod el Alto. Canalizar todo el tráfico que viene del noroeste y de la autopista del Norte a través de una sinuosa carretera secundaria, con tramos de elevada pendiente, ha generado importantes problemas de fluidez, varias averías y accidentes. El Cabildo de Tenerife tomó este fin de semana la decisión, en coordinación con el Ayuntamiento realejero, de prohibir el paso de vehículos pesados de 7:00 a 10:00 horas, además de limitar temporalmente la circulación de ciclistas. Dos medidas que han permitido "mejorar un poco" la fluidez, sobre todo en las primeras horas de la mañana, según informa el edil de Seguridad y Emergencias de Los Realejos, José Andrés Pérez (PP).

El paso por la carretera TF-342 está prohibido para todos los vehículos con Peso Máximo Autorizado superior a 3,5 toneladas en la franja horaria citada y en ambos sentidos. La circulación de bicicletas también se prohíbe, pero en cualquier horario y al menos "mientras duren las obras de contención del talud de la TF-5".

Pérez afirma que con estas dos medidas la fluidez del tráfico ha mejorado "por las mañanas, sobre todo en dirección Santa Cruz", aunque reconoce que entre las 10:00 y las 12:00 se concentran ahora una mayor cantidad de camiones. La Policía Local colabora en las labores de control del cumplimiento de estas restricciones.

"Hemos ganado algo de fluidez por las mañanas, cuando mucha gente viene del Noroeste a trabajar al Valle o a Santa Cruz, y también se evita un riesgo muy elevado para los ciclistas, ya que en la situación actual, con este volumen de tráfico y las características de la vía, el peligro era evidente", advierte el concejal.

El alcalde realejero, Manuel Domínguez (PP), reconoció ayer que las calles del municipio que deben soportar el tráfico de la TF-5 no están preparadas para vehículos de grandes dimensiones ni para la actual cantidad de tránsito. Apuntó que se han tomado "las medidas que están en nuestras manos", y que han exigido al Cabildo "la máxima celeridad en la obra". Pese a los inconvenientes, subraya que no hay alternativas: "Si cerramos nuestro municipio, desde San Juan de la Rambla hasta Buenavista, quedarían incomunicados por este lado de la isla".

Domínguez espera que esta situación tan complicada "valga para que se tomen medidas urgentes en estas carreteras de cara al futuro, porque ya no hablamos de colas, sino de seguridad".

Los trabajos en la ladera continúan con una grúa de grandes dimensiones para tratar de asegurar la zona. La intención del Cabildo es intentar abrir al menos un carril la próxima semana.