Quiere un municipio seguro, saludable y sostenible y acaba de aprobar el presupuesto de 2020. ¿Comienza la recuperación en Adeje?

Adeje está preparado para la recuperación porque tiene una oferta turística de máxima calidad, acreditada por su comportamiento durante esta pandemia. Fuimos los primeros en cerrar un hotel y nos convertimos en paradigma, con personal ejemplarísimo, fantástica dirección y un equipo sanitario espectacular. Somos un destino seguro y con capacidad. Eso nos tiene que servir para proyectar lo que se nos viene. El Covid-19 marca un antes y un después.

Parece lejano, pero fue el 25 de febrero cuando mil personas quedaron en cuarentena en un hotel de Adeje...

Fue algo aparatosísimo, de repercusión mundial, sin precedentes y hoy es una coña marinera.

¿Cuántos hoteles de Adeje han abierto en esta fase 1?

Solo Los Olivos, que sepamos.

Ese presupuesto trata de servir de escudo a los sectores más vulnerables y en riesgo. ¿Cómo?

El objetivo es que no tengamos que llevar alimentos a las familias, que lo hacemos, claro está, sino que las familias se los puedan ganar. El objetivo es mantener el empleo, generar puesto de trabajo, dinamizar la economía, promover la formación que ayude a la incorporación paulatina al mercado laboral y dar respuestas a la juventud, que se suele olvidar. En 2018 se habló de la generación perdida y tenemos que hacer que la de 2020 no se la generación muerta, y no lo invento yo.

¿No tiene la sensación de que realmente lo que ocurre es que las circunstancias obligan a acelerar las políticas y proyectos que estaban en marcha?

Sí, es un nuevo mundo que ya venía y que se ha precipitado y tiene ver con la emergencia climática, la transición ecológica, la necesidad perentoria de recuperar el sector primario y generar espacios sostenibles relacionados con formas más saludables de vivir, convivir y trabajar y las nuevas tecnologías, con el descubrimiento de que hoy son una necesidad primaria cuando anteayer las considerábamos un lujo, .

¿Cómo se traduce eso en el presupuesto municipal?

Aumentando un 270% lo destinado a empleo, una partida que en Adeje ya era importante; las ayudas de emergencia crecen un 25% y se mantienen siendo la prioridad el empleo; con las ayudas a las pymes y con la implantación de medidas fiscales. Recuerda que de inmediato congelamos el calendario fiscal hasta diciembre.

La recuperación del destino turístico pasa por los gobiernos canario y nacional. ¿Qué le dicen desde esos ámbitos?

Algunas cosas tenemos que hacer y haremos en la mejora de espacios públicos y para facilitar la renovación del espacio privado... Cosas que se hacían y que ahora se convierten en importantes. He mantenido contactos con la ministra y con el Gobierno canario, el Cabildo y los municipios turísticos. Trabajamos en esa línea para la recuperación, pero hay que ver qué pasará en los mercados emisores y en qué condiciones sanitarias se resuelve nuestra conectividad. Queremos recuperar el turismo, pero el objetivo prioritario es la salvaguarda sanitaria de nuestra gente y que eso sea un valor añadido al destino como garantía para el turista. Lo demás, lo tenemos y trabajamos por mejorarlo.

¿Hemos perdido el verano?

Se ha perdido en parte. Lo peor de esta crisis es la incertidumbre absoluta en la que nos movemos y que nos condiciona la capacidad de actuar. Estamos sin saber bien qué nos viene. Tenemos que ser muy, muy, muy prudentes manteniendo que la prioridad es la salud y prepararnos.

¿Hay que reforzar y precipitar lo que se hacía?

Sí, claro. No hay nada nuevo bajo el Sol. Todo se precipita y se pone de manifiesto de forma dramática la necesidad de desarrollar políticas de apoyo e impulsora de la red generadora de empleo y de riqueza, de multiplicar el uso de las nuevas tecnologías y, al tiempo, poner en valor a quienes desarrollan los trabajos que nos facilitan la vida desde los empleos considerados más simples y que articulan una sociedad que habíamos perdido de vista.

Citaba al sector primario...

Hay que poner sobre la mesa su recuperación como sector productivo. Se hablaba de ello, pero ahora se convierte en una necesidad, aunque sea para un mínimo autoabastecimiento en situación de crisis.

La obra pública será esencial en la dinamización de la economía. ¿Qué contempla?

Está claro que hay que generar obra pública, empleo y empleabilidad desde las líneas de formación y de apoyo a las pymes, pero, en primer lugar, hay que salvaguardar el empleo existente, el que genera el ayuntamiento, primero. En esa línea, trabajamos en la línea del Adeje verde, saludable, seguro y sostenible. Tenemos un plan de ocho millones de superávit para gestionarlo, más lo que nos llegue de otras administraciones. Hay que dinamizar la economía generando obra pública y facilitando obra privada. La filosofía a la que orientamos la inversión es al bienestar directo del vecino, a obras medianas en barrios y entornos complementadas con algunas actuaciones mayores y a intensificar la política de viviendas.

Que ya venían desarrollando...

Tenemos Galeón 2 con el proyecto de urbanización casi en marcha y, en conjunto con la iniciativa privada, empezaremos a generar vivienda asequible.

Y el plan de formación en el que insiste permanentemente.

Eso, y el plan de formación ajustado a la necesidad del mercado, dirigida al empleo verde, la seguridad sanitaria que llega ahora y las nuevas tecnologías.

Para todo hace falta dinero. ¿Cuánto tiene Adeje en remanente de uso restringido?

Unos 96 millones, pero tenemos garantías de que podemos cumplir nuestro presupuesto, incluso en el peor de los escenarios.

Un presupuesto aprobado casi por unanimidad...

Esperable en el escenario en que estamos...

Esperaba la unanimidad...

Agradezco, incluso, la abstención. Creo que tiene mucho que ver con la posición del Partido Popular, en este caso.

Hoteles, playas, comercios? todo cerrado durante mes y medio. ¡Ni en la peor pesadilla!

Una pesadilla. Somos consciente de la responsabilidad que tenemos sobre el destino Costa Adeje por su importancia, pero el turismo trasciende nuestra capacidad y límites. Significamos el 32% del turismo tinerfeño, lo que refleja la dimensión de Costa Adeje, pero la riqueza que genera no se queda solo en Adeje. Cada destino es parcialmente responsable del turismo, pero trasciende ese límite. Por ejemplo, se ha perdido empleo, pero entre los adejeros menos que en el conjunto porque aquí viene a trabajar mucha gente que no es de Adeje.

¿Hay motivos para ser moderadamente optimista?

Quiero ser optimista. De la crisis debemos concluir que muchas de las cosas que proyectábamos hay que ponerlas en marcha inmediatamente, descubrir la importancia de cosas que dábamos por obvias y hechas pero que no son tan obvias ni están tan hechas, hemos de reconocer nuestra propia vulnerabilidad y prepararnos para las próximas situaciones de emergencia que auguran los expertos, descubrir nuestras capacidades y valores, la riqueza de solidaridad y profesionalidad existente en nuestra sociedad, la creatividad reflejada en esa fiesta de los balcones y el redescubrimiento de la vecindad y entornos cercanos.

¿Una de las enseñanzas es la relevancia del aeropuerto?

Es fundamental, imprescindible. La importancia de la conectividad la descubrimos con la crisis de Thomas Cook y ahora ya sabemos que es de vida o muerte.