¿Cómo se va a adaptar el transporte público a la nueva normalidad?

Ya se ha notado un repunte en el número de usuarios tanto en Titsa como en Metropolitano. Vamos a ir recalculando las frecuencias y las rutas para mantener la premisa de la de ocupación de los vehículos. A medida que entremos en las nuevas etapas de desconfinamiento y cada vez haya más usuarios, vamos a empezar a tener más problemas porque evidentemente al 30% de ocupación no podíamos mantener el servicio. Si llegamos al 100% de usuarios, significa que donde antes teníamos una guagua ahora tendríamos que poner tres. Y no tenemos una flota el triple de grande. Con la ocupación al 50% mejoraremos, pero será complicado mantener la rentabilidad de los servicios. Por eso, hemos pedido al Ministerio que la Fase 1 de desconfinamiento pueda empezar con el 80% de ocupación e ir superándolo de forma paulatina. Eso sí, siempre con la utilización de mascarillas por parte de todos los usuarios.

¿Cómo se modificarán las frecuencias?

Vamos a ir aumentándolas. Ahora estamos en un 50% de los servicios habituales y a partir de este lunes 11 de mayo aumentaremos las frecuencias en las guaguas y el tranvia. Tenemos ahora mismo un programa informático con el que calculamos las frecuencias en función del número de pasajeros y para conseguir que sea más rápido en dar los resultados lo hemos conectado con el superordenador Teide del ITER. Se autorregula y a medida que irá aumentando el número de pasajeros iremos incrementando las frecuencias y las rutas para mantener siempre los límites de ocupación.

¿Qué medidas de seguridad se mantendrán?

Se va a mantener la apertura automática de puertas. Y la supresión del pago con efectivo también seguirá. De hecho, nuestra idea era eliminar el pago en efectivo en un futuro y ahora ya prácticamente lo hemos hecho. Lo que sí se cambiará será la entrada a los vehículos, que volverá a ser por la puerta delantera, ya que estamos empezando a hacer modificaciones en las guaguas para colocar protecciones de cara al conductor.

¿Es viable para las empresas públicas seguir prestando el servicio con vehículos con una capacidad reducida?

Con esta capacidad limitada que tenemos ahora estamos teniendo pérdidas. El servicio no es rentable pero tenemos la obligación de prestarlo. Hemos bajado el número de viajeros en un 90% respecto a lo que se registra normalmente. Eso significa que estamos teniendo un déficit de la facturación de unos seis millones de euros mensuales. Las pérdidas por la gratuidad del servicio no han sido muchas, pero perdemos por un lado facturación de pago por los usuarios y también por la subvención al transporte que va en función del número de pasajeros.

¿De qué manera van a paliar esa disminución de la subvención al transporte?

Es un problema de todas las empresas de transporte público de España. Nosotros ya hemos solicitado ayuda al Gobierno de Canarias y al Estado, de tal manera que se cree una línea de financiación adicional para poder hacer frente a las pérdidas. Tanto Titsa como Metropolitano tienen aportaciones específicas para el fomento del transporte. Parte de las ayudas las da el Cabildo, otra parte el Gobierno de Canarias, que nos acaba de liberar cuatro millones de euros para el bono residente canario y luego ayudas por parte del Ministerio de Transportes que son del orden de 16 millones al año. Aproximadamente el 50% es facturación y el otro son ayudas.

El equipo de gobierno del Cabildo se había propuesto reducir las tarifas de guaguas y tranvías este año. ¿Seguirá siendo posible?

Habrá que posponerlo porque primero hay que conseguir que las empresas vuelvan a la normalidad. Una vez las compañías estén estabilizadas volveremos a plantear la posibilidad de bajar esas tarifas, pero ahora mismo es complicado.

¿Se ha planteado un incremento para compensar el déficit?

Incrementar las tarifas no, lo que sí probablemente pongamos en marcha es la simplificación de títulos en el segundo semestre del año.

Una de las recomendaciones que se está realizando es priorizar el uso del vehículo privado frente al transporte público. ¿Es eso factible en Tenerife, una isla con atascos diarios en sus carreteras?

Nosotros no estamos de acuerdo con esas recomendaciones de que se utilice el vehículo privado frente al transporte público. El año pasado hubo un récord de pasajeros de 60 millones en el transporte público y aun así había atascos. Si ahora hay menos utilización del transporte público y más coches el colapso de nuestras vías sería total. Animamos a que se siga utilizando el transporte público, que es seguro gracias a las medidas de prevención que se están haciendo.

¿Teme que el transporte público pierda muchos pasajeros?

Estimamos que habrá pérdidas de entre el 10% y el 25% de los pasajeros al final de año. Esperemos que no se cumplan y lleguemos a niveles del año pasado, que han sido los mejores de la historia.

Con la actual crisis económica, ¿habrá que plantearse la realización de obras de carreteras?

En el plan de activación económica se han recogido obras de mantenimiento de las vías principales, como son las dos autopistas y la Vía de Ronda. Otras que se sacarán adelante son las que tienen que ver con mejoras de la seguridad vial. Además de trabajos para dar solución al tráfico en un punto crítico de Tenerife como es rotonda del Padre Anchieta. Ahí hemos incluido tres actuaciones y las vamos a llevar a cabo. Evidentemente ahora mismo los recursos son menores, pero sí hemos priorizado estas actuaciones para este año y con el escenario actual, que no cuenta con remanente de tesorería, ni con el superávit y el endeudamiento. Una vez se clarifique ese escenario económico por parte del Estado, probablemente el Cabildo recurra a endeudamiento y nos permitiría poder abordar muchas más actuaciones que han quedado pendientes. Además, seguimos trabajando en la redacción del resto de los proyectos para cuando nos llegue la partida económica poder acometerlos.

¿Esta situación hará que se retrasen otras grandes obras de carreteras como el tercer carril de la TF-5 o el Bypass ?

No lo sabemos, eso depende del Gobierno de Canarias. Estamos pendientes de si ellos van a mantener esas vías y la prioridad que tenían antes. Imagino que las obras que ya están ejecutándose, se van a mantener pero otras se van a dilatar. Esperemos que no, que se mantengan los plazos y las fechas, porque son obras fundamentales para una vez recuperemos la normalidad evitar los atascos y solucionar problemas de tráfico de la Isla.