Aunque la ministra de Trabajo desvinculó definitivamente la prórroga de los ERTE por fuerza mayor de la duración del estado de alarma, lo cierto es que si el Congreso no concede a Pedro Sánchez la prolongación del statu quo al menos durante 15 días más, la tramitación de los expedientes se complicará. Mientras continúe la actual situación no será necesario ningún ajuste normativo, ya que en principio estos ERTE duran lo que dure el estado de alarma, pero si este termina, entonces habrá que decretar la continuación de esta fórmula o bonificar los ERTE ordinarios, lo que en cualquiera de los dos casos implicaría un procedimiento administrativo. Si el estado de alarma se mantiene pese a las reticencias de algunos dirigentes autonómicos (fundamentalmente Urkullu, Torra y Feijóo), el Ministerio dispondrá de tiempo para preparar el nuevo armazón legal, pero si no, deberá pisar al máximo el acelerador bajo riesgo de que muchas empresas no puedan resistir, ni siquiera unas semanas, sin las bonificaciones. En este sentido, la consejera de Economía, Elena Máñez, exhortó ayer a Yolanda Díaz a trasladar cuanto antes esas bonificaciones a los expedientes ordinarios.