Las floristerías están recurriendo a la venta a domicilio para tratar de salvar una de las campañas anuales más importantes para el sector, la del Día de la Madre, una fecha que se celebra este domingo. Los productores de flores y otras plantas ornamentales han sido unos de los más golpeados por la paralización de la actividad generada con la llegada del coronavirus Covid-19. Pero, poco a poco, el sector se está reinventando para intentar realizar al menos una parte de las ventas y obtener unos ingresos que les permitan cubrir gastos.

Así lo explica el director-gerente de la Asociación de Cosecheros de Flores y Plantas Vivas de Canarias (Asocan), Antonio López, quien señala que esperan que el nivel de facturación no supere el 20% de lo que se ha obtenido en años anteriores, pero manifiesta que se trata de un dinero que en la situación actual supone un respiro, después de haber perdido por completo otra de las campañas más fuertes, la del Día del Padre.

Por eso, el sector se ha propuesto que en esta ocasión ninguna madre se quede sin su merecido ramo, por lo que han puesto en marcha una aplicación que funciona como directorio en la que los clientes pueden conocer qué floristerías de su municipio ofrecen este servicio para poder encargarlo. En la actualidad, ya hay más de 80 empresas inscritas, y no solo de Tenerife sino de todas las islas.

"Teníamos que generar algún tipo de ingresos y el único canal abierto es la venta a domicilio", sostiene López, por lo que desde la semana pasada se ha puesto en marcha este recurso online que ha supuesto un balón de oxígeno para los productores.

El representante del sector evidencia que aunque ha tenido muy buena aceptación, el canal no consigue igualar el volumen de negocio que se realizaba antes de la declaración del estado de alarma ni puede aglutinar toda la producción, pero es un incentivo para que estos negocios puedan seguir funcionando. "Nos ayuda a sumar, porque hasta hace dos semanas todo eran pérdidas, con esto se conseguirá cubrir parte de los costes de producción", apunta el director-gerente de Asocan.

Sin embargo, el sector continúa preocupado ya que la crisis del coronavirus ha llegado en el peor momento para ellos, en unos meses en los que se suceden las fiestas que reclaman arreglos florales como las romerías, las alfombras, las bodas o las comuniones. Además de la incertidumbre de no conocer si podrán o no recuperarse en los próximos meses. "Si llega a ocurrir en julio o agosto el golpe hubiera sido inferior, pero ha sido una caída enorme para el sector", evidencia.

Por lo tanto, las previsiones económicas para los próximos meses son de "pérdidas y más pérdidas", pero López insiste en que hay que incentivar a los cosecheros "para mantener la capacidad productiva" que permita al sector recuperarse más adelante, ya que si ahora los agricultores abandonan los cultivos "no habrá nada que vender cuando mejore la situación".

Otra iniciativa que permitirá también dar un respiro a las floristerías es la autorización que algunos ayuntamientos les han dado para acceder a los cementerios a adornar los nichos y tumbas con flores, ante la imposibilidad de que puedan hacerlo los propios familiares. "Es una demanda que existía y ya muchos ayuntamientos han accedido, espero que poco a poco lo haga el resto", indica. López explica que algunos consistorios no tenían claro si se podía llevar a cabo esta iniciativa, por lo que la asociación solicitó a la Delegación del Gobierno una aclaración sobre esta medida, que aclara que también se debe llevar a cabo respetando todas las normas de seguridad sanitaria.

Por otro lado, las floristerías confían en poder abrir el lunes sus puertas como comercio minorista, aunque tendrán que adaptarse para que sus clientes puedan solicitar cita previa tal y como está estipulado en el plan de desescalada que ha puesto en marcha el Gobierno central. "Será otro complemento más para nosotros hasta que podemos abrir con normalidad", añade.