¿Tiene algo que ver el coronavirus con el buen rollo

No, en absoluto. Es cierto que el acuerdo para los presupuestos está directamente relacionado con la crisis del Covid, pero el clima político actual tiene más que ver con un cambio generacional que con otra cosa. Ese buen rollo se ha producido desde que se constituyó la corporación.

¿Estamos ante un nuevo tiempo político en Arafo?

Totalmente. Hemos pasado de un clima de confrontación total a una normalización de la política, con mayúsculas, a nivel municipal. Es algo que nadie se esperaba pero que ha surgido de manera espontánea y natural.

¿Es sencillo ponerse de acuerdo en las medidas a aplicar ante el tiempo que vivimos?

Tan sencillo que no hay alternativa. Creo que la ciudadanía no nos ha elegido para que convirtamos las instituciones en un patio de colegio, piden, más bien reclaman unidad y sentido común. Para nosotros es sencillo desde el momento que el consenso nace del sentido común. Cuando nos enfrentamos a la peor crisis de la historia reciente, cualquier consideración partidista no cabe.

¿Qué precisa el municipio de las otras administraciones?

Para empezar, que el Ministerio de Hacienda nos permita destinar el superávit a gasto social en lugar de imponernos la amortización anticipada de créditos bancarios. Del Gobierno autonómico y Cabildo necesitamos apoyo en la gestión de las necesidades sociales que se avecinan y, de manera imperiosa, es preciso que se nos de apoyo para relanzar el polígono industrial como motor económico local e insular.

¿Cuáles son los problemas fundamentales de Arafo?

Arafo ha vivido siempre de espaldas a su zona industrial, con una población volcada en el sector servicios que utiliza el pueblo como dormitorio. Eso ha provocado que el tejido empresarial (sin contar el polígono) sea muy precario, por lo que no genera un mínimo de empleo para sus habitantes. La inversión pública fue inexistente durante legislaturas, por lo que los servicios públicos no están suficientemente dotados ni mantenidos. Sin grandes expectativas económicas ni servicios públicos suficientes ni adecuados, el pueblo fue perdiendo calidad de vida.

¿Cuál es la apuesta del PSOE para este mandato?

La situación actual ha dinamitado todas las expectativas que teníamos en esta legislatura y cambiado las prioridades. En este momento el objetivo único y prioritario es evitar que ninguna familia se quede en la cuneta a causa de esta crisis y sentar las bases de una recuperación justa y equitativa.

Da la sensación de que hay demasiadas cosas pendientes.

Hay mucho por hacer, pero esta situación tiene otras lecturas. El pueblo no entró tan de lleno en el desarrollismo de la burbuja inmobiliaria, por lo que no sufrimos los desmanes de otros sitios. Paradójicamente, esta situación nos permite diseñar un proyecto de pueblo sin corsés heredados, podemos definir nuestro desarrollo en base a parámetros de sostenibilidad y de economía circular. Es, a mi entender, el momento de hacer de la debilidad una virtud.

Las últimas grandes inversiones privadas en esta comarca se realizan en Arafo...

Lo triste es que no se logren más inversiones. Si miramos la disponibilidad de terreno y la ubicación de los mismos, deberíamos tener una mayor inversión en negocio de vocación comercial. Lo cierto es que las incertidumbres legales que se han ceñido sobre el polígono con el tema del emisario han provocado la pérdida de importantes inversiones previstas.

¿Se castiga a Arafo sin un mantenimiento equitativo?

El acuerdo de recepción establecía la creación de una entidad de conservación que repartía los costes a partes iguales entre los tres ayuntamientos. Al no crearse, el más pequeño y con menor presupuesto se tiene que hacer cargo del 60% de la superficie, pero el reparto de teóricos beneficios en la recepción se hizo a partes iguales. La situación actual es claramente perjudicial para los intereses de Arafo, además de injusta

¿Le parece que algo falló en la recepción del Polígono?

Fue un error mayúsculo, un procedimiento lleno de vicios ocultos que han lastrado la gestión del espacio. Se optó por coger el dinero que ofrecía la Junta de Compensación sin dejar atados todos lo cabos ni comprobar la situación legal de las infraestructuras. A este dislate hay que añadir años de desidia y dejadez que nos han llevado a la situación actual.

¿Se explica el desempleo habiendo dos polígonos?

La cifra de paro en marzo estaba en torno al 23,06%, nada desdeñable. Con el porcentaje de suelo industrial que tiene Arafo debería tener una economía menos dependiente del sector servicios, sin embargo la situación es la contraria. Como dije, hemos vivido de espaldas al polígono industrial y no se han creado las complicidades y sinergias adecuadas con los empresarios. Por ejemplo, el municipio no ha diseñado nunca políticas activas de empleo con el empresariado, ni ha fomentado planes de formación para cubrir las necesidades de los mismos. Si no se abandona la confrontación y se empiezan a tejer complicidades con el sector, será muy difícil la rebaja ostensible de estas cifras.

¿Ha estado Arafo centrado en fiestas y la música en detrimento de políticas más esenciales?

La música es un elemento vertebrador del municipio, la actividad de las agrupaciones musicales es esencial para nosotros. El problema no está en las políticas culturales, el problema es que durante años se usaron las fiestas para tapar la falta de política. Durante años no existió un proyecto de pueblo que marcara la hoja de ruta y el grupo de gobierno se limitó a gestionar el día a día sin plantearse un horizonte temporal más allá.

¿Es la participación ciudadana una asignatura pendiente?

En la primera legislatura de Lemes, experimentó un avance espectacular de la mano de iniciativas como Tagorarafo, un ejemplo a nivel insular. En la siguiente, el movimiento fue deliberadamente adormecido hasta llevarlo a un estado de coma inducido. En este mandato podemos relanzarla y poner en marcha el Consejo Municipal de Participación, pero esa piedra está en el tejado del grupo de gobierno. De ellos depende.

¿Partidario de mancomunar servicios?

Totalmente, el tamaño es un hándicap cuando se trata de negociar precios de servicios, la economía de escala juega en nuestra contra. Además, la existencia del propio polígono ya nos obliga a mancomunar servicios, lo que podría ser un primer paso para lograr servicios a nivel comarcal.

¿Qué cambia en la forma de gobernar de Juan Ramón Martín respecto a sus antecesores?

Para empezar, existe un interés real por llegar a acuerdos y una búsqueda muy activa de los mismos. En la anterior legislatura, una vez se llegaba a un acuerdo era prácticamente imposible materializarlo; sin embargo, en lo que llevábamos de mandato habíamos sentado las bases para solucionar el grave problema de saneamiento. Otra cuestión importante es la implicación de todos los concejales en los asuntos del municipio. Probablemente, es la primera vez en la historia del pueblo que funcionamos como una corporación.

¿Qué queda de la etapa del alcalde Domingo Calzadilla?

A pesar de las diferencias evidentes que nos separaban, sería un necio si negara las grandes inversiones que hubo en la década de los 90. Bien es cierto que otras situaciones, como el endeudamiento y la falta de planificación, nos han lastrado hasta nuestros días, pero sin la etapa de Calzadilla muchas de las cosas que forman parte de nuestro paisaje diario no existirían. Con sus luces y sombras, y desde la enorme distancia ideológica que nos separa, no puedo sino reconocer la absoluta dedicación que tuvo por el pueblo.

¿Qué explicación encuentra a que Arafo sea el único municipio de la comarca en el que el PSOE no ha tenido opciones de gobierno?

No hay causas sencillas ni explicaciones simples cuando varias y muy brillantes generaciones de políticos del PSOE no pudieron obtener el respaldo mayoritario de la ciudadanía. No supimos escapar de la espiral de confrontación que vivió la sociedad arafera y, al final, la fuerza centrífuga de ese tornado nos alejó de los ciudadanos. A pesar de la irrupción de nuevos partidos, hemos sido capaces de mantenernos como primer partido de la oposición y recuperar posiciones, por lo que confío en consolidar un proyecto moderado e integrado en la sociedad que nos permita lograr nuestros objetivos a medio plazo.