El Ayuntamiento de Santa Úrsula anunció ayer la suspensión de las celebraciones populares que estaban previstas para próximas fechas en diferentes barrios del municipio, según decisión adoptada a través de la Concejalía de Cultura y Fiestas, que dirige el concejal José Feliciano López Hernández.

La medida, que ha sido consensuada con las comisiones de fiestas de los distintos núcleos poblacionales, responde a las limitaciones establecidas por el Gobierno central en la declaración del estado de alarma, como consecuencia de la crisis sanitaria originada por el coronavirus Covid-19.

En concreto, esta suspensión afecta a las fiestas del Hermano Pedro, en Tamaide, a las de Cruz de La Vera, así como a las del Farrobillo, que tienen lugar en honor a la Virgen de Fátima; las de Lomo Hilos, en honor a Santa Rita; la romería de La Corujera, la fiesta de La Tosca, en honor a Santa Ana y San Joaquín; los actos tradicionales en honor a San Luis; las fiestas de San Bartolomé, en La Corujera; las de San Clemente, en La Vera, y las de la Inmaculada Concepción, también en La Corujera.

El gobierno municipal de Santa Úrsula anuncia, al tiempo, que, en función de cómo evolucione la pandemia, procederá a adoptar la decisión que corresponda respecto a las fiestas patronales que tienen lugar en octubre, en honor a Santa Úrsula y Nuestra Señora del Rosario. Como se ha apuntado, esta decisión responde a las directrices establecidas por las autoridades sanitarias con el fin de hacer frente al coronavirus Covid-19 y limitar al máximo los riesgos de contagio, en este caso, por la celebración de actos a los que suelen concurrir un elevado número de personas.

El gobierno local explica que, una vez que se frene la pandemia, "desafío en el que precisamente la ciudadanía está desarrollando una gran labor de forma generalizada mediante el confinamiento", con la vuelta a la normalidad "se retomará el calendario festivo. Una serie de actos populares y religiosos que desde siempre han contado con una gran aceptación entre vecinos y visitantes".