El Cabildo de Tenerife, a través del área de Medio Natural y Seguridad y de la oficina de Gestión del Cabildo de TenerifeParque Nacional del Teide ya por su lejanía, dificultad de acceso o porque no se consideran excesivamente expuestas a la visita diaria del Parque.

La consejera del área, Isabel García, ha señalado que de estos primeros días de trabajo fuera de las zonas habituales, el equipo de limpieza de la empresa pública Tragsa ha podido extraer grandes cantidades de residuos que han sido clasificados para su traslado de zonas de difícil acceso y en las cuales no se puede hacer uso de maquinaria como carretillas o vehículos a motor.

Isabel García añadió que es "sorprendente" cómo "se pude hacer recopilación de todo tipo de desechos, entre ellos latas, neumáticos o plásticos en zonas de especial protección; el equipo de limpieza está trabajando aprovechando la ausencia de visitantes en el Parque Nacional y con ello está haciendo una labor de repaso a fondo".

Las zonas en las que se está trabajando con mayor incidencia son las áreas del Portillo, la Pedrera y Recibo quemado, en las que existen abundantes restos de antiguas construcciones, fueron muy visitadas y donde habitualmente se realizaban barbacoas y acampadas cuando no existía la declaración de Parque Nacional.

También se ha actuado en zonas del Roque del Peral, el Cabezón y los Altos de la Fortaleza, que habitualmente son muy transitadas por participantes en las jornadas de control de herbívoros y también por apicultores, así como la zona límite de la pista de La Fortaleza, Montaña de los Tomillos y /Montaña de los Conejos.

Además, en la zona de Lomo de Chío, Montaña Cruz de Tea y cuevas de Chío, lugares muy visitados por excursionistas, y donde existen aún restos de antiguos apiarios. Otros lugares en los que se está trabajando en este sentido son las zonas de Roque de Chavao, el Encerradero, Roque del Cedro, Montaña Limón, Llano de la Rosa, Montaña Raja, Montaña de los Corrales, Montaña de la Carnicería, y Montaña del Cerrillar. Por último, el Sanatorio y el pie de Monte de Siete Cañadas, estos últimos en los que hay restos de gran actividad humana.