La recuperación del sector turístico en la Isla tras el cierre total experimentado por la irrupción del Covid-19 será gradual y llegará antes a unas comarcas que a otras. Así lo considera la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel). Su gerente, Juan Pablo González, evidencia que los alojamientos tinerfeños reabrirán "de forma gradual en función de las reservas que vayan recibiendo de los mercados emisores europeos". Por eso, vaticina que aquellos lugares que tengan "establecimientos más pequeños" o que se dediquen "principalmente al turismo urbano" podrán recuperar la actividad de forma más rápida.

González señala principalmente a Santa Cruz y La Laguna y a las localidades del Norte. Las dos primeras por su especial vinculación a los viajes de negocio. "La lógica nos lleva a pensar que podrán recuperarse antes por las necesidades de la economía, ya que las empresas en cuanto puedan empezar a operar, lo harán, y se recuperarán este tipo de viajes", señala. Una situación similar ocurrirá en la zona norte donde "por lo general los alojamientos son más pequeños y podrán volver a abrir con mayor agilidad".

Si se cumplen las previsiones, la Isla pasará un verano con escasa o nula presencia de turistas extranjeros, por lo que el representante del sector hotelero valora que para atender solo la demanda del mercado interior "nadie va a abrir un hotel grande, porque es inviable". De tal manera, que esta situación favorecerá que aquellos establecimientos más pequeños sean los que abran antes sus puertas, primero para alojar al turista local.

Bajo su punto de vista, son excesivamente optimistas aquellas previsiones que señalan que se podrá salvar toda la temporada de verano en la Isla y concreta que él es más partidario de una recuperación a partir de agosto o septiembre. "Las informaciones en las que se hace referencia a las reservas para los meses de junio obedecen más a una necesidad de lanzar mensajes positivos al mercado, porque ahora todo está condicionado por cómo evolucione la situación sanitaria", aclara. Aún así, asume que el hecho de que existan reservar evidencia "que la gente quiere seguir viajando y que Canarias sigue siendo un destino muy apetecible", porque recuerda "estamos en una crisis sanitaria, no en una de destino".

Por lo tanto, considera que Tenerife solo debería abrirse de nuevo al turismo "cuando las condiciones sean las oportunas y se garantice la seguridad sanitaria de los residentes y visitantes", ya que lo que sí sería crítico es que "por una apertura anticipada, en invierno volvamos a tener un problema sanitario en Canarias y tengamos que volver a cerrar". Por eso, afirma que "es mejor perder un mes de verano, que uno de invierno" y espera que la temporada invernal, la más importante para el sector en el Archipiélago, sí que pueda salvarse en su totalidad.

Entre las alternativas en las que confía el sector hotelero para garantizar la seguridad del destino están los controles sanitarios en origen. De esta manera, los visitantes deberían pasar un control previamente que certifique que no están contagiados o que en el caso de haber padecido el virus, ya están inmunizados.

Se trata de una alternativa que ya están poniendo en práctica algunas aerolíneas, pero González mantiene que para que esta medida sea efectiva "tendría que realizarse de forma conjunta en todo el territorio europeo".

A los controles en los países de origen habría que sumar las medidas que deberán implementarse en la Isla para promover el distanciamiento social y evitar así que haya contagios. Por lo que, los tinerfeños podrían tener que acostumbrarse a algunas de las medidas que se están proponiendo como bañarse en la playa por turnos o la instalación de mamparas para aislar a los usuarios. Las medidas de distanciamiento tendrán que extenderse también a otros espacios, como paseos o restaurantes. Los hoteles no podrán quedarse atrás y deberán llevarlas a cabo en todas sus zonas comunes como comedores o el área de la piscina. "Solo de esta manera se evitará un posible contagio en el caso de que llegue una persona asintomática", concluye.

La conectividad aérea también puede ser un problema que dificulte la llegada de turistas a la Isla. El cierre de Thomas Cook y de la base de Ryanair ya supuso dificultades para Tenerife en este sector, pero en la actualidad los vuelos se han reducido a niveles nunca vistos.

González apunta que al igual que en otros aspectos la recuperación de las conexiones aéreas también va a ser gradual. "Que nadie piense que se va a programar toda la oferta que había antes del 14 de marzo", lamenta. Por lo que afirma que "la demanda va a estar un tiempo contraída y la oferta se adaptará a ella, por lo tanto el incremento de vuelos se hará poco a poco".

Para González, la Isla junto con Canarias tiene una baza muy importante que puede servir para atraer a los turistas. "Tenemos una Sanidad del primer mundo y profesionales que se dejan la piel en proteger a la población", afirma, lo que puede ser útil para gestionar "esa imagen de marca como un destino seguro frente al Covid".

Precisamente, esta es la estrategia que quiere poner en marcha el Gobierno de Canarias para tratar de recuperar el destino una vez se garanticen las condiciones idóneas. Que las Islas se vendan como un destino seguro, puede ser un "potencial con el que no podrán contar otros destinos competidores".

La recuperación del turismo en la Isla trae aparejada otra incertidumbre, ya que aunque se implementen todas las medidas necesarias que sirvan para tratar de garantizar la seguridad sanitaria, el destino estará a expensas de la situación económica que atraviesen los diferentes países emisores de turistas. La irrupción del Covid-19 en aquellos lugares donde tradicionalmente Tenerife busca a sus visitantes puede dejar allí tras su paso una crisis económica y social que dificulte la llegada de turistas a la Isla.

En este sentido, ya han saltado voces que indican que quizá la Isla tenga que buscar visitantes en otros mercados, algo que el gerente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), Juan Pablo González considera muy complicado. "Es algo fácil de decir y difícil de hacer, si alguien está pensando que ahora vamos a cambiar el turismo británico por el asiático que me expliquen cómo", recalca. Por eso, bajo su punto de vista Tenerife debe seguir apostando por sus mercados emisores tradicionales. "Nos conocen, confían en nosotros y tenemos que vender que somos un destino seguro para ir retomando la actividad", recalca.