El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) considera que desde las distintas Administraciones deben definirse medidas que faciliten e impulsen la reapertura de los núcleos turísticos, desmarcándose así de quienes dan por perdida la temporada de verano. El colectivo entiende que el cierre no debe prolongarse "más allá de lo imprescindible" y aboga por una evaluación continua para reactivar escalonadamente los mercados insular, regional y peninsular.

El CEST considera necesario que en el momento de la reactivación del turismo estén activados el pasaporte o certificado sanitario que constate la ausencia de contaminación por Covid-19, controles térmicos automáticos en aeropuertos y puertos, protocolos para casos de fiebre en las llegadas, la obligación de los pasajeros de cubrir los grados de aislamiento en los casos positivos, seguros de viaje con cobertura sanitaria local y opción de repatriación, test previos en el país emisor, ocupaciones limitadas en los transportes públicos con compensaciones económicas donde se requiera para garantizar servicios mínimos a los transportistas, acopio de material para hacer frente a hipotéticas nuevas oleadas del virus y medidas específicas para hoteles, restaurantes, espacios privados abiertos, playas, eventos al aire libre, bares, discotecas, espectáculos y parques temáticos son algunas de las soluciones en las que el CEST está trabajando.

El presidente, Roberto Ucelay, dice que preocupa al sector que esté barajando, por el Estado, cerrar las fronteras al turismo en verano. Advierte de que la recuperación económica en Canarias será más lenta que en el resto del país y recuerda que a los efectos de la pandemia "debemos añadir los daños colaterales de la crisis en la turoperación, suma de factores que multiplica la necesidad de que se arrope de forma decidida y firme a las empresas y autónomos que desarrollan su actividad en este sector, tanto en el ámbito alojativo, restauración, ocio, oferta de excursiones en el mar y en montaña, deportiva y otras".