La Asociación para el Desarrollo Rural Los Manantiales de Las Fuentes propone al Ayuntamiento de Guía de Isora la creación de un banco de tierras cultivables para arrendar o vender. La iniciativa del colectivo de este caserío isorano trata de responder a la "destacada demanda" que han detectado de fincas para su puesta en producción. Una demanda que prevén será mayor "muy pronto, por las adversas circunstancias actuales", expone este grupo de vecinos de Las Fuentes.

La asociación plantea al gobierno municipal de Guía de Isora la puesta en servicio de "una plataforma digital" como el cauce "que sirva de encuentro a los interesados" en incorporarse al sector agrícola de la localidad y a quienes estén en disposición de facilitarlo mediante cualquiera de las dos fórmulas establecidas.

El caserío de Las Fuentes, en avanzado proceso de recuperación por la insistencia de sus vecinos (aunque la mayoría de las casas son segunda vivienda), cuenta con numerosas huertas en desuso, al igual que el resto de la medianía isorana y de la comarca. La Asociación para el Desarrollo Rural Los Manantiales entiende que su propuesta es una fórmula que impulsaría el rescate patrimonial, paisajístico y económico de un enclave "que tuvo una gran importancia como despensa del municipio y de su entorno".

El Ayuntamiento de Guía de Isora desarrolló una propuesta similar en plena crisis, considerando al sector primario como una fuente alternativa para la búsqueda de recursos y sustento.

Las Fuentes es un caserío considerado despoblado desde el año 1973, si bien en el último quinquenio ha recuperado esplendor. De la mano de la Asociación para el Desarrollo Rural Los Manantiales, las administraciones han invertido en adecuar el acceso a este lugar situado a mil metros sobre el nivel del mar. Entre los barrancos de Guaria y Cuéscaro, forma un conjunto etnográfico de gran interés patrimonial. De hecho, desde el año 2015 cuenta con la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de interés etnográfico.

Atarjeas, aljibes, depósitos, lagares, hornos, caminos, bancales, cuevas artificiales, eras y casas de tipología tradicional canaria -en distinto estado de restauración- configuran este caserío en el que la agricultura fue su principal fuente de sustento.

El aprovechamiento del agua de lluvia mediante la creación de los nateros forma parte del patrimonio que sobrevivió al abandono de décadas, como las huertas de jable, un elemento que garantiza la humedad del suelo favoreciendo el éxito de las cosechas en circunstancias adversas.

La población de Las Fuentes cultivaba papas, calabazas, coles, coliflores, habichuelas, garbanzos, además de hierbas aromáticas y para condimento, como pasote, perejil, tomillo, salvia y cilantro, entre otras muchas.

Fue en 1995 cuando un grupo de fuenteros se empeñó en recuperar este caserío que hoy es un espacio muy visitado, especialmente por quienes practican el senderismo ya que el lugar es punto de paso y/o partida de rutas singulares y de gran atractivo para los visitantes.

La creación del banco de tierras es una herramienta más en esa labor que desarrollan los herederos, especialmente, de quienes poblaron este lugar hasta mediados del siglo pasado.