Parte del suelo de la plaza de San Jerónimo, en Tacoronte, se vino abajo poco antes de las cuatro de la tarde de ayer y dejó al descubierto un enorme socavón de unos 30 metros cuadrados. El Consistorio tacorontero mantenía esta zona vallada desde hace unos tres meses debido a que el pavimento se había deformado y los técnicos habían alertado del riesgo de hundimiento.
Una parte de esta plaza, ampliada en los años 80 del siglo XX, se construyó sobre la canalización de un barranquillo. En esa parte, el forjado había dado muestras de debilidad y el ayuntamiento había impedido el tránsito con vallas como medida de precaución.
El alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz (NC), explica que ya se trabajaba en el proyecto para renovar ese forjado y advierte de que el resto del pavimento que se ubica sobre el barranquillo "seguirá cayendo, según nos han advertido los técnicos. Especialmente el tramo más cercano al socavón".
Debido a la situación de alarma y al cierre de las plazas y parques públicos, el hundimiento se produjo sin transeúntes en la zona. "Afortunadamente, no había nadie en la calle", subrayó Díaz.
Pese a lo aparatoso del incidente, Daniel Díaz remarcó que ni la ermita de San Jerónimo, que se construyó en el siglo XVII y es una de las más antiguas de Tacoronte, ni la carretera cercana corren peligro, puesto que no comparten la misma base.
"Una parte de la plaza está construida sobre terreno firme y la calle también tiene su propio viaducto, que está en buen estado", informó José Daniel Díaz.
"Esta plaza se construyó en los años 80 del siglo XX, con la mejor de las intenciones, pero probablemente no se utilizaron los materiales más adecuados", apuntó el alcalde como principal hipótesis para justificar el deterioro y posterior hundimiento.
Todos los accesos a la plaza de San Jerónimo han quedado completamente cerrados mientras se trabaja en un proyecto de demolición parcial y reconstrucción de este espacio público, con cargo al presupuesto municipal y con autorización del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF).
La intención del gobierno local (NC-PSOE-SSP) es ejecutar un proyecto que no se limite a reparar la parte afectada por el hundimiento: "Buscaremos una solución general más acorde al entorno y a la histórica ermita, que además nos permita mejorar la seguridad de la vía, que se ha quedado demasiado estrecha".
