Solo unos pocos privilegiados han podido disfrutar de la insólita imagen de un grupo de delfines nadando cerca de la costa de Santa Cruz de Tenerife. Pese a que estos mamíferos habitan en aguas cálidas no es habitual verlos en aguas tan próximas y mucho menos saltando fuera del agua con el Auditorio de Tenerife Adán Martín y el Palmétum de fondo.

Estos animales dotados de gran inteligencia tienen pocos enemigos en la naturaleza, salvo el hombre y la contaminación que el ser humano vierte a los océanos. Sin embargo, varias semanas de confinamiento de los humanos y la reducción de la actividad posibilitan que estos mamíferos puedan surcar los mares con total libertad.