El Mercadillo del Agricultor del Valle de La Orotava puso en marcha la semana pasada un nuevo sistema de envío a domicilio de cajas de verduras, hortalizas, frutas, huevos y hojas verdes. La demanda desbordó las previsiones y en apenas dos días ya se había llenado el cupo previsto: 220 cajas para dos o cuatro personas, a las que se suman otras 60 de productos ecológicos que ha repartido de forma directa la finca de agricultura ecológica La Viejita. Un total de 280 cajas de productos de la tierra que este sábado llegaron a hogares de municipios del Valle y que permiten a los agricultores de la comarca dar salida a su producción en unos momentos difíciles.

La técnico del Mercadillo del Agricultor del Valle de La Orotava, Mila Luis, reconoce que tras anunciar el reparto a domicilio no esperaban que la propuesta tuviera tanta aceptación: "La demanda nos ha cogido fuera de juego. Pensábamos recoger pedidos de lunes a miércoles, pero ya el martes tuvimos que parar y empezar a acumular para la próxima semana. Ya tenemos más de 30 para repartir el sábado 4 de abril". Mila Luis reconoce que se tuvo que cerrar el cupo "porque la producción de nuestros agricultores es la que es y no podemos servir mucho más que esas 220 cajas", a las que se suman otras 60 de produc0ción ecológica.

Las cajas para dos personas se venden al precio de 10 euros, mientras que las de cuatro cuestan el doble: 20 euros. Cada caja lleva huevos y un lote de verduras, hortalizas y frutas básicas: calabaza, zanahorias, tomates, pimientos, bubangos, brócoli, aguacates, coliflor, puerro, papas, cebollas, plátanos, papaya y hojas verdes como berros, perejil, lechuga o acelgas. Si el cliente lo pide, se puede añadir queso.

Los municipios incluidos

El reparto a domicilio incluye los municipios de La Orotava, Los Realejos, Puerto de la Cruz y Santa Úrsula, pero el mercadillo ha recibido peticiones incluso desde Santa Cruz o La Matanza, "pero lamentablemente no las hemos podido atender", señala Luis. María del Carmen Delgado Mesa y Cristóbal Ramos Álvarez son los responsables de la finca de agricultura ecológica La Viejita, que también se ha sumado a esta iniciativa de reparto a domicilio junto al mercadillo villero. En su caso también se han visto desbordados por la demanda y han tenido que empezar a repartir cajas durante buena parte de la semana pasada.

"Dentro de lo que cabe, la cosa ha ido bien", reconoce Cristóbal, quien subraya que "tampoco tenemos una gran finca que dé para grandes producciones". En esta primera semana han sido unas 60 cajas "para clientes fijos y muchos clientes nuevos".

"Una gran ayuda"

A juicio de este agricultor ecológico, "esta idea es una gran ayuda para seguir adelante, aunque nos ha llegado en un momento que tampoco era bueno, ya que el temporal de viento del 23 de febrero afectó bastante a los cultivos". "Ha sido una buena iniciativa y la gente está muy agradecida de que le llevemos las cajas a casa, porque así no tienen que salir a comprar y se sienten más seguros, sobre todo en el caso de las personas mayores", explica Cristóbal Ramos.

"Nosotros el estado de alarma lo pasamos aislados en la finca -subraya este trabajador del campo-, trabajando y preparando los pedidos para poder cumplir con todo el mundo. No vamos a hacer un gran negocio, pero es una manera de ayudar para que la gente pase estos días lo mejor posible".

En el número cinco de la carretera El Pinito, bajo la cueva del mencey Bencomo y el mirador de Humboldt, donde el Valle de La Orotava se encuentra con La Cuesta de la Villa y Santa Úrsula, se encuentra la finca Eco La Viejita, una superficie de más de 12.000 metros cuadrados destinados a la agricultura ecológica desde hace ocho años. Cristóbal y María del Carmen también mantienen allí la venta directa, siguiendo todas las directrices sanitarias por la crisis del coronavirus.

En su finca ecológica cultivan papas bonitas, caras, roster y gatsby; plátanos; calabazas; cebollinos; cebollas; pepinos; limones; naranjas; coles; coliflores; colinabos; beterradas; puerros; bubangos; tamarillos; zanahorias; alcachofas ; habichuelas; varios tipos de lechugas; acelgas; pimientos; tomates; fresas, o papayas, entre otros productos. Complementan la oferta con la miel de sus colmenas, los huevos de sus más de 120 gallinas camperas, y plantas aromáticas como salvia, orégano, perejil, hierbabuena, romero o albahaca.

Reparten el sábado

Todo el reparto del mercadillo se concentra en la jornada del sábado. Desde antes de las ocho de la mañana, personal del mercadillo, provisto con guantes y mascarillas, se encargó de completar la preparación de las cajas con los productos más delicados. El mercadillo villero seguirá abriendo al público los sábados de 8:00 a 13:30 horas, pero con estrictas medidas de control del aforo e higiene. En esta instalación no se han generado problemas con las autoridades, como en otras localidades, y la afluencia de público permite cumplir los protocolos de distancia de seguridad.

Las dos entradas están custodiadas por personal de seguridad privada y auxiliares que invitan a todos los clientes a higienizarse las manos con gel hidroalcohólico y a ponerse guantes antes de acceder a la instalación. Sin embargo, si la demanda de cajas de alimentos se mantiene, el mercadillo barajará la opción de suspender la venta presencial. Una medida que no verían con buenos ojos algunos puesteros, como es el caso del ganadero y quesero Yeray González, de Pinolere, quién aún logra colocar parte de su producción "gracias a la venta directa en el mercadillo".