La histórica decisión de suspender primero la Semana Santa y ahora las fiestas de Cruces y Fuegos de Los Realejos, declaradas de interés turístico regional y nacional, pone a todas las celebraciones de los próximos meses en cuarentena. La mayoría de los ayuntamientos de Tenerife prefieren esperar instrucciones de los gobierno de Canarias y de España antes de cancelar los festejos previstos para esta primavera y el comienzo del verano, pero reconocen que todo está en riesgo por la pandemia del coronavirus.

El alcalde de Santa Úrsula, Juan Acosta (AISU), que además es médico de profesión, subraya que todo dependerá de la evolución del virus, pero considera que lo más probable es que las multitudes "se limiten durante lo que resta del año", por lo que ni siquiera tiene claro que las fiestas patronales de su municipio puedan celebrarse en el mes de octubre. Acosta recuerda que tras el verano, con la llegada de los meses más fríos, el Covid-19 podría repuntar, por lo que "las aglomeraciones de personas no serán recomendables, aparte de que la situación económica no estará para festejos sino para otras prioridades".

El alcalde de El Tanque, Román Martín (PSOE), ya ha tenido que suspender las fiestas del barrio de San José de los Llanos, que se celebraban este mes. El Ayuntamiento de Puerto de la Cruz aún no ha tomado una decisión sobre las fiestas de la Cruz, previstas para el 3 de mayo. Fuentes del gobierno local (PSOE-ACP) han explicado a EL DÍA que "aún se está valorando qué decisión tomar, en función de los acontecimientos, pero al tratarse de unas celebraciones que no requieren de tanta logística como las de Los Realejos, eso nos permite ganar tiempo y tener algo más flexibilidad". Respecto a las fiestas de julio, y la multitudinaria embarcación de la Virgen del Carmen, el gobierno portuense también opta por la cautela y por esperar por las medidas y recomendaciones del Gobierno de España en las próximas semanas.

Pesimismo villero

En el Ayuntamiento de La Orotava se mantienen a la espera de acontecimientos antes de tomar una decisión definitiva respecto a las fiestas del Corpus y San Isidro, que vivirían su semana grande a mediados de junio. Fuentes municipales reconocen a EL DÍA que son bastante pesimistas respecto a la posibilidad de que las fiestas villeras puedan celebrarse, puesto que los preparativos deberían comenzar en la segunda quincena de abril. En estos momentos, las fiestas mayores de la Villa de La Orotava están mucho más cerca de cancelarse que de celebrarse, según reconocen desde el propio Consistorio. La crisis en el sector de las flores y el tiempo que requiere la elaboración de la gran alfombra de tierras del Teide en la plaza del ayuntamiento tampoco invitan al optimismo en la Villa de La Orotava.

La celebración de las fiestas del Corpus peligra igualmente en el resto de localidades. Tacoronte y El Sauzal esperarán antes de tomar la decisión definitiva, pero Mariano Pérez (CC) tendrá que lidiar antes con las fiestas de El Calvario, previstas para el próximo mes de mayo y ahora seriamente amenazadas.

Las fiestas de San Juan, y sus hogueras, también están en el punto de mira. Dudas que se agolpan en casos como el de La Victoria de Acentejo, que tras suspender la Semana Santa debe decidir en las próximas semanas qué hacer con la fiesta de la Cruz, el Corpus, las fiestas de San Juan y las fiestas patronales, previstas para el mes de agosto. El gobierno victoriero irá tomando decisiones a medida de que se acerquen las fechas, pero el alcalde, Juan Antonio García Abreu (PSOE), ya tiene claro que "en caso de celebrarse, se reducirían los días de duración".

A la incertidumbre respecto a la duración del actual estado de alarma y de la obligación de confinamiento domiciliario, se suma la paralización de la actividad de todas las comisiones de fiestas, que no han podido recaudar fondos.

Comisiones paralizadas

La Guancha celebra la fiesta de San Jorge a finales de abril, en el barrio de El Farrobo, y a finales de mayo tienen los festejos de La Guancha de Abajo. El ayuntamiento no las organiza, ya que esto depende de las comisiones vecinales, "pero entienden que será muy difícil que salgan adelante". También ven peligrar sus fiestas patronales, previstas para agosto. Lo mismo ocurre en Garachico, que celebra en el octavo mes del año la festividad de San Roque. No hay ninguna decisión tomada, pero fuentes municipales reconocen que están en riesgo "porque lo más probable es que las grandes concentraciones de personas no se permitan durante varios meses, aunque salgamos del confinamiento más severo". En todo caso, en la Villa y Puerto ni se plantean ninguna celebración entre abril y junio.

Buenavista del Norte ha suspendido toda la programación cultural de abril y temen que lo más probable es que tengan que suspender las fiestas de la Cruz en Las Lagunetas. San Juan de la Rambla tiene toda la programación de actos suspendida "hasta nuevo aviso", pero deja en el tejado de la iglesia la decisión respecto al Corpus.

"Por responsabilidad"

Las asociaciones realejeras Cruz Calle El Sol y Cruz Calle El Medio, la Asociación de Fiestas de la Santa Cruz de la Cruz Santa y la Comisión de Fiestas de la Cruz de la Iglesia 2020 han sido las primeras en anunciar la suspensión de unas fiestas emblemáticas. Pese a que aún falta algo más de un mes para el 3 de mayo, estos colectivos de Los Realejos consideran que no es viable mantener el programa "por responsabilidad". No habrá enrame de cruces y capillas, ni traca, ni gran exhibición pirotécnica, pero esperan que tras este parón obligado en 2020, la fiesta se retome en 2021 "con mayor emoción e intensidad después de que este año tenga que ser algo más íntimo y recogido". El alcalde, Manuel Domínguez, ofrecerá hoy una rueda de prensa, a través de You Tube, sobre esta histórica suspensión.