El hotel El Tope, en Puerto de la Cruz, se inauguró el 30 de noviembre de 1969 y desde entonces, durante más de medio siglo, ha mantenido sus puertas abiertas de forma ininterrumpida hasta el sábado 21 de marzo de 2020. La crisis causada por el coronavirus obligó a su propietario, Juan Víctor Machado Galán, a cerrar temporalmente el negocio que iniciaron sus padres y que, en diciembre de 2019, recibió del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Puerto de la Cruz un reconocimiento por sus bodas de oro y por ser pionero en el sector turístico de Tenerife.

Machado Galán ha escrito una emotiva carta de despedida temporal dirigida a "trabajadores, equipo y amigos", en la que recuerda que "mucho antes de que tuviera uso de la razón, con muy pocos años de edad, el hotel ya formaba parte de mi entorno y de mi familia, como así ha ocurrido también con algunos de vosotros, que habéis visto cómo durante estos 50 años han pasado hasta tres generaciones de una misma familia como trabajadores en este hotel".

Este empresario, que huye "del trato frío y distante con su personal", siempre ha mantenido "un trato cercano" con sus trabajadores, a quienes también reconoce su compromiso y entrega: "Todos y cada uno de vosotros habéis ayudado al hotel en los momentos en los que se necesitaba".

"Cincuenta años de actividad ininterrumpida, que se originó con un sueño de mis padres, que iban a hacerse una casa a mediados de los años sesenta una finca de su propiedad, pero unos amigos les animaron a construir un hotel en lo alto de la finca. Aquella finca se llamaba El Tope, y allí se construyó a finales de los años sesenta lo que se denominó desde entonces y hasta nuestros días el hotel El Tope", recuerda Machado Galán.

Una paradoja de la vida. "Qué paradoja de la vida que llegue este cierre tras cumplir cincuenta años de actividad ininterrumpida", lamenta este hotelero que mantiene una "íntima y estrecha relación con la ciudad de Madrid". Y subraya: "No os podéis imaginar con todos los amigos con los que hablo, el sentimiento de tristeza que me transmiten, de la pena más absoluta que se respira en la gente, de la impotencia de no poder decir adiós o despedirse de un familiar enfermo que ha fallecido en la más absoluta soledad en un hospital en Madrid".

La declaración del estado de alarma fue "el detonante de la salida precipitada de los turistas a sus países de origen, produciéndose cancelaciones masivas; hecho que culminó con la orden dictada por el Ministerio de Sanidad el día 19 de marzo que ordenó el cierre de los establecimientos alojativos en toda España".

"Durante la semana anterior al cierre, desde que se declaró el estado de alarma, muchos de vosotros habéis venido a hablar conmigo por los pasillos del hotel, para solidarizaros con la situación y transmitirme vuestro sentimiento de pena a medida que entre todos nosotros íbamos haciendo los preparativos de cierre. Creo no equivocarme si os manifiesto el ambiente de nerviosismo y tristeza que había en el hotel", explica Machado Galán.

Situación inédita. "Esta situación que estamos viviendo es terrible, inédita en todo el mundo y por tanto de consecuencias desconocidas. Sin embargo y, a pesar del momento que estamos viviendo, quiero ser positivo, optimista y transmitiros un mensaje de agradecimiento, de compromiso y de esperanza, para las Islas en general y para todos vosotros en particular", añade.

Esfuerzo y dedicación. De sus trabajadores destaca que "jornada a jornada habéis contribuido con vuestro esfuerzo, trabajo y dedicación al sostenimiento del hotel durante todos estos años". Y recuerda: "Como cuando apareció internet, creo que muchos de nosotros no estamos siendo conscientes del cambio que se va a producir en determinadas áreas de trabajo en un futuro inmediato, pero, por suerte, nuestro trabajo turístico y hotelero es presencial y necesita del trato humano".

Cuando esto acabe. Esa necesidad de un trato directo permite, a juicio de este hotelero, enviar un mensaje de esperanza: "No me cabe duda que cuando todo esto acabe, ninguno de nosotros será el mismo, tendremos nuevos hábitos, costumbres y, seguramente, otra forma de pensar y de ver la vida, pero para que todo ello pueda ser así, todos necesitamos trabajar, comer y seguir adelante. Y ahí seguirá estando el hotel, que a pesar de todo lo ocurrido, se mantiene impasible, esperándonos a todos nosotros".

"A todos, muchas gracias por todos estos años; mucha suerte en estos días, que paséis lo mejor posible esta pandemia mundial y, sobre todo, quiero deciros hasta pronto, nos volveremos a ver dentro dos, tres o cuatro meses", concluye Juan Víctor Machado Galán.