Las obras de reparación parcial de la calle Pizarro, en el núcleo rosariero de Radazul Bajo, han alcanzado su final con los trabajos de reasfaltado. Esto supone la vuelta a la normalidad de una vía que ha vivido en los últimos años un proceso para asegurar su talud y evitar que pudiese sufrir un deslizamiento, para lo que ha sido necesaria una aportación de más de 800.000 euros, financiada con fondos propios del Ayuntamiento de El Rosario.

Concretamente, en la zona se ha tenido que llevar a cabo una importante actuación desde el punto de vista técnico, con una "pantalla" de 132 micropilotes a una profundidad de entre 16 y 23 metros, atravesada por anclajes en el terreno. El origen de todo ello se sitúa en 2015, cuando comenzaron a aparecer una serie de grietas en el firme, lo que originó que el Consistorio rosariero decretara el cierre parcial de la calle, así como la prohibición del paso de camiones.

A partir de entonces se realizaron dos asambleas informativas con representantes de las comunidades de vecinos, se ejecutó un primer estudio geológico por la empresa Terragua Ingenieros, se realizaron nuevos sondeos y pruebas sísmicas por parte de Teno Ingenieros Consultores, y se llevó a cabo un segundo proceso de catas para conocer el estado del subsuelo a una mayor profundidad. Estos trabajos previos costaron 58.600 euros.

"Esta semana terminó una obra que llegó a quitarme el sueño, pero al final los residentes de la calle Pizarro pueden estar tranquilos", expresaba días atrás sobre este proyecto el alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, que siempre ha mantenido que eran unas labores difíciles. "La obra a ejecutar es de una gran complejidad técnica y se hizo necesaria una investigación detallada del terreno y el análisis geotécnico del talud", llegó a decir en un balance en mitad del proceso.

Cabe indicar que el origen del problema de descalzamiento de la vía se debió a varios factores, entre ellos, la existencia de un antiguo cauce sobre el que se asentó la urbanización, la posible mala compactación del material de relleno y la ausencia de elementos de contención.

Participación vecinal

Llegar a este último hito del proceso, con la calle ya asfaltada y nuevamente abierta al tráfico, no fue sencillo. Inicialmente hubo una fase que, aparte del trabajo técnico, contó con la participación vecinal. Es el caso de la asamblea que tuvo lugar en el auditorio de la Casa de la Juventud de El Chorrillo en 2017 y en la que intervinieron Escolástico Gil, técnicos de la empresa redactora del proyecto (Teno Ingenieros Consultores) y el oficial de la Policía Local de El Rosario Francisco Acosta.

"Nos encontramos con un problema sobrevenido a los dos meses de entrar en la Alcaldía y cuya solución lastrará la inversión del Ayuntamiento durante los próximos años", manifestó Gil en aquella ocasión. Y, en paralelo, enfatizó que "garantizar la seguridad y la tranquilidad de los vecinos es lo primordial, y para ello hemos actuado, paso a paso, y con informes de técnicos especializados sobre la geología del terreno, al tiempo que hemos ido informando periódicamente de los avances que se han ido produciendo en el proyecto".

En la referida cita también se detalló que la solución propuesta, después de la realización de hasta siete sondeos y perfiles sísmicos, pasaría por la construcción de una "pantalla" continua de micropilotes, para lo que se tenía que perforar el terreno hasta una profundidad máxima de 23 metros y realizar la inyección de hormigón armado a través de esas estructuras y el posterior anclaje de estas al terreno.

La última etapa

El tramo final de los trabajos llegó durante el presente mandato. Desde el Ayuntamiento de El Rosario indicaron el pasado mes de agosto que la obra se ejecutaba "a buen ritmo" y, concretamente, que se estaba en la última "tanda" de micropilotes. "Una vez terminadas las perforaciones y los micropilotes, se pasará a los anclajes de cables y al atado de las cabezas de los mismos mediante viga de coronación", señalaron.

Por su parte, en septiembre, el concejal de Urbanismo, Juan Jesús del Rosario, resaltó la relevancia de la actuación y que ya estaba empezando a atisbarse su final. "Ahora mismo diría que está al 85%. Es una obra que estoy siguiendo muy de cerca. Intento bajar todas las semanas y ver con la empresa que la está ejecutando cómo va. También este proyecto me gustaría terminarlo antes de que acabe el presente año", apuntó en una entrevista.